¿Qué hago con mi viejo smartphone? Cómo deshacerse de la tecnología

Los dispositivos viejos no se pueden tirar en el contenedor sin clasificar, sino que hay que llevarlos al centro de reciclaje más cercano o dejarlos en la tienda

Acabas de comprar un nuevo smartphone. Pasas las primeras horas probando el dispositivo. Se conoce y se leen los manuales y las instrucciones. Pero después de un tiempo, surge la pregunta: ¿qué hago con mi viejo teléfono?

El tema de la eliminación de los viejos smartphones es delicado. Según un cálculo de las Naciones Unidas, sólo en Europa se producen unos 15 kilos de basura "electrónica" por habitante cada año. Una figura enorme. Y en todo el mundo se generan más de 50 millones de toneladas de basura al año, incluyendo teléfonos viejos, ordenadores obsoletos, tabletas que no funcionan, etc. Y estas cifras van a aumentar exponencialmente debido a la llegada del Internet de las cosas al consumo masivo. Con esta tecnología, los objetos electrónicos e inteligentes van en aumento. Incluso un llavero o un termostato tienen que ser eliminados de una manera diferente a la del pasado.

Obsolescencia programada

No hay que olvidar que en la época en la que vivimos, todo dispositivo tiene una vida corta. Hablamos de la llamada "obsolescencia programada", es decir, una disminución de las prestaciones provocada por la evolución tecnológica que hace imprescindible el cambio constante de dispositivos. Sin embargo, la compra de nuevos smartphones y ordenadores no hace más que empeorar el estado del medio ambiente. Además, los cables, los chips y los circuitos impresos no pueden tirarse a la calle o a la basura doméstica.

Cómo deshacerse de los viejos smartphones

Si no queremos contribuir a esta barbarie, debemos seguir unas sencillas pautas para eliminar de forma segura los viejos dispositivos electrónicos. Empecemos con los datos de Italia. En nuestro país, la gente está últimamente más concienciada con el reciclaje, incluida la tecnología. Pero todavía no es suficiente. Se calcula que producimos unas 600.000 toneladas de residuos electrónicos al año. Y sólo la mitad se elimina adecuadamente. En primer lugar, debemos identificar la categoría a la que pertenece nuestro accesorio tecnológico. Hay cinco categorías en total. En la primera categoría están los frigoríficos y aires acondicionados, en la segunda los grandes electrodomésticos, en la tercera los televisores y monitores, en la cuarta los pequeños electrodomésticos, incluidos los ordenadores, los smartphones y las tabletas, y en la quinta las bombillas. En la práctica, todo lo que puede conectarse a un enchufe se clasifica como RAEE y no puede acabar en la recogida de residuos indiferenciados. Hasta aquí todo claro, pero ¿cuál es el primer paso que hay que dar para deshacerse de uno de estos objetos? Es muy sencillo, sólo hay que entrar en la página web de nuestro ayuntamiento y consultar la empresa de reciclaje más cercana.  

Recogida en tienda

Las tiendas de reciclaje no son, afortunadamente, la única solución. Por ley, cuando sustituimos un aparato electrónico, el vendedor está obligado a recuperar el aparato que sustituimos. Se llama "uno por uno" y es una iniciativa a la que, recordamos por ley, también se adhieren las empresas de comercio electrónico. Así que la próxima vez, antes de completar un pedido, seleccione la opción de "recogida de RAEE". Si no está ahí, pregunta al servicio de atención al cliente. A partir de 2016, también se aplica la opción "uno por cero". Esto significa que podemos dejar un artículo electrónico en una tienda sin comprar nada. La única limitación en este caso es la longitud del objeto, que no puede superar los 25 centímetros. Tenga en cuenta que solo las megatiendas con al menos 400 metros cuadrados de superficie están obligadas a hacerlo.

La economía circular

Los componentes de la mayoría de nuestros aparatos electrónicos pueden reutilizarse para fabricar nuevos dispositivos. Esto da lugar a lo que se conoce como "economía circular". Según la legislación europea, un dispositivo antiguo debe ser recuperable al menos en un 80%.

Cuidado con la privacidad

Antes de deshacerse de un smartphone o una tableta, hay un aspecto importante que no se debe subestimar: nuestra privacidad. No es aconsejable deshacerse de un dispositivo electrónico sin borrar antes cualquier información sobre uno mismo. Si tienes un iPhone, puedes hacer un reinicio. Si tienes un dispositivo Android, tendrás que cifrar tus datos además del restablecimiento. Para ello, dirígete a Ajustes, Seguridad y luego a Cifrado del teléfono, para que un atacante no pueda recuperar tu información. ¿Y si tenemos que deshacernos de un PC o un disco duro? En este caso es mejor utilizar un software especial, conocido como triturador de archivos. Muchas suites antivirus tienen una trituradora integrada.


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