El aislador de red EN-60KDS de Daetwyler puede evitar las corrientes equipotenciales y proteger los dispositivos y sistemas de las consecuencias de las sobretensiones peligrosas, como las causadas por las operaciones de conmutación o las descargas electrostáticas.
El aislador de red EN-60KDS es un dispositivo de aislamiento galvánico para las conexiones de red Ethernet enrutadas en cobre. Según el fabricante Daetwyler, no sólo protege contra las sobretensiones de la red, sino que también es capaz de atenuar los componentes de la señal de baja frecuencia hasta el punto de evitar eficazmente los bucles de zumbido en los dispositivos conectados. Entre sus ámbitos de aplicación se encuentran la tecnología médica, los estudios de sonido, la tecnología de medición y monitorización y la conexión sin potencial de sistemas informáticos situados a gran distancia unos de otros.
Adecuado para la instalación de dispositivos y para la instalación permanente
El aislador de red se compone de un módulo Keystone encajable de pequeño tamaño y un cable de conexión flexible -de 20 centímetros o más- y es adecuado para la instalación de dispositivos y para la instalación permanente. Entre otras cosas, puede utilizarse en todas las tomas de corriente compatibles con la llave. En caso de reequipamiento de instalaciones existentes, su cable de conexión trasero actúa como una simple "extensión". Según Daetwyler, el aislador de red cumple los requisitos de rendimiento de la norma TIA 568 Cat.5e o ISO 11801 Clase D en el enlace permanente y, por tanto, está diseñado para transmisiones de hasta 1 GBit/s.
Capacidad de resistencia a la tensión de hasta 8500 voltios
Según el fabricante, el Dätwyler EN-60KDS ofrece una capacidad de resistencia a la tensión de 6000 voltios de CA a 50 hertzios y 8500 voltios de CC y cumple con los requisitos de la norma IEC 60601-1:1988 A1:1991 y A2:1995 (2ª edición), IEC 60601-1: 2005 (3ª edición), IEC 60601-1-1:2000 así como IEC 60601-1-2:2007 para un dispositivo de aislamiento galvánico. Sus contactos están provistos de una capa de oro (50 µm), que debería garantizar un contacto perfecto incluso después de muchos cientos de operaciones de acoplamiento.