Cuando un PC, portátil, smartphone o tableta se conecta a Internet a través de un router, se crea una red local. Antes se hacía por cable (LAN), pero hoy se prefieren las conexiones por cable o inalámbricas (WLAN y WiFi).
Las tres abreviaturas WLAN, LAN y WiFi corresponden a términos ingleses, a saber:
- WLAN: Wireless Local Area Network
- LAN: Local Area Network
- WiFi: Wireless Fidelity - literalmente "fidelidad/reproducción/precisión inalámbrica" (en realidad es intraducible; fidelidad inalámbrica es una palabra inventada y análoga a alta fidelidad)
LAN
En las redes de área local, los terminales se conectan a Internet mediante cables. En las oficinas y otras áreas comerciales, este método sigue estando muy extendido, mientras que en el sector privado, en su mayoría, sólo se establecen conexiones inalámbricas.
WLAN y WiFi
Con WLAN y WiFi, la conexión es inalámbrica. Por lo general, ambos términos se utilizan como sinónimos, ya que las diferencias son mínimas y tienen poca importancia para el usuario. Aunque WLAN es un término inglés, apenas se utiliza en otros países fuera de Alemania. Allí se suele denominar WiFi.
WiFi no sólo describe una conexión inalámbrica, sino que también es una marca. En la llamada WiFi Alliance, más de 300 miembros se han unido para formar un consorcio de empresas que certifica los correspondientes dispositivos e interfaces con los que también se puede recibir WLAN.
Ventajas de WLAN y WiFi
La ventaja más evidente es que no se necesita cable para la conexión, siempre que se disponga de un router con capacidad WLAN. Esto significa que el usuario puede moverse libremente por la habitación con un portátil, por ejemplo, y seguir utilizando Internet.
Los teléfonos inteligentes y las tabletas no tienen en absoluto una conexión integrada para un cable LAN, por lo que dependen de la WLAN o el WiFi si no se quiere superar el volumen de datos móviles especificado en el contrato de telefonía móvil. Dentro de una red inalámbrica, el uso es gratuito. Esto también se aplica a la mayoría de las redes públicas, por ejemplo en aeropuertos, estaciones de tren, bibliotecas o restaurantes.
Desventajas
Donde hay luz, también hay sombra. La velocidad de transmisión de las redes WLAN/WiFi suele ser menor que la de un cable. Además, en habitaciones grandes, como una casa unifamiliar, puede haber interferencias en la transmisión si el dispositivo final está demasiado lejos de la fuente. Esto se puede remediar con un repetidor WLAN que amplifique la señal.
En las redes públicas también es más fácil que se produzcan ataques dañinos desde el exterior. Por lo tanto, hay que abstenerse de transmitir información sensible o proteger el dispositivo de uno contra los ataques lo mejor posible.