¿Qué es la medición inteligente?

La medición inteligente se refiere a la medición y el control digital del consumo y el suministro, principalmente de electricidad. El proceso se utiliza para los grandes clientes desde la década de 1990, y para los consumidores privados desde aproximadamente 2010.

Un contador inteligente es un dispositivo conectado a la red que se utiliza principalmente para medir la electricidad. Sin embargo, también hay variantes para el gas natural, el agua y la calefacción urbana. Junto con otras unidades de entrada y salida y aplicaciones en línea, son un elemento de la red inteligente. Los datos acumulados se envían al proveedor o a un proveedor de servicios externo para que los mida y los analice.

Beneficios para los proveedores y los consumidores

La medición inteligente permite a los usuarios tener una visión general de qué cantidades de energía o recursos se están consumiendo en qué punto y en qué momento. Los datos se analizan en el proveedor de servicios de medición o en la compañía eléctrica y pueden ayudar a optimizar la gestión de la red y las cargas. Para el proveedor, la medición inteligente tiene la ventaja de que el suministro de energía puede adaptarse al consumo respectivo. Además, los datos pueden evaluarse electrónicamente a distancia, por lo que ya no es necesaria la lectura anual del contador que solía ser habitual. Como posible servicio al cliente, las empresas de servicios públicos también pueden ofrecer sistemas de tarifas más individualizados, por ejemplo, facturando en función de la carga o por horas. Los consumidores, por su parte, pueden consultar sus datos de consumo actuales en cualquier momento a través de la interfaz correspondiente. Esto favorece la optimización del consumo y facilita un cambio en el comportamiento de uso. De este modo, los dispositivos con una demanda de energía extremadamente alta pueden encontrarse más fácilmente y sustituirse si es necesario.

Cómo funciona un contador inteligente

Un contador inteligente funciona de forma bidireccional, es decir, en dos direcciones, una en dirección al consumidor y otra en dirección al proveedor. En este sentido, el dispositivo puede ser útil para ahorrar energía si se calculan los costes de electricidad en función de la hora del día o del día de la semana. Con una gestión automatizada del contador (AMM) integrada, también es posible que los aparatos de alto consumo energético, como lavadoras o secadoras, se enciendan automáticamente sólo en los momentos en que los precios de la energía son más baratos.

Críticas a la medición inteligente

Entre los expertos y los defensores de los consumidores, se discute actualmente si la medición inteligente aporta realmente más eficiencia que los contadores de electricidad convencionales. Y es que la medición permanente del consumo, si se analiza adecuadamente, permite extraer numerosas conclusiones sobre los hábitos y estilos de vida de los consumidores, que no necesariamente se ajustan a la protección de datos. Otro problema surge del posible acceso no autorizado de terceros. Como cualquier sistema digital, los contadores inteligentes no son inmunes a los ataques de los hackers, que no sólo pueden modificar los valores medidos, sino también paralizar redes enteras en determinadas circunstancias.


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