Mucha gente utiliza la navegación de incógnito para aumentar su privacidad en Internet, pero en realidad no garantiza el anonimato total de sus datos
Navegación de incógnito, navegación anónima o modo anónimo. Esta función tiene varios nombres. Depende del navegador que utilicemos. Sin embargo, el resultado final es casi siempre el mismo. Lo elegimos cuando no queremos que la búsqueda de sitios se guarde en el historial de búsqueda.
Los usuarios utilizan el modo incógnito creyendo que su privacidad está a salvo. Desgraciadamente, este no es el caso. De hecho, la dirección IP (una especie de dirección personal que identifica a un dispositivo conectado a Internet) sigue siendo muy visible para las personas ajenas a la empresa, que saben exactamente qué sitios visitamos. La única protección es a nivel local, donde no se rastrean las páginas que hemos visitado. En resumen, la navegación anónima puede ser una buena tapadera, pero sólo funciona en tu propio ordenador o smartphone. Esto es lo que es la navegación de incógnito y cómo funciona.
Cómo funciona la navegación anónima
Empecemos diciendo que la navegación de incógnito o anónima cambia según el navegador que utilices. Mozilla Firefox, Google Chrome, Internet Explorer, Safari y Opera, por nombrar algunos. En la navegación "clásica", el navegador guarda nuestro historial de navegación, las cookies de los distintos sitios que visitamos, los formularios que rellenamos, las contraseñas guardadas, los archivos descargados y todas las búsquedas que hacemos en la barra de búsqueda. Estos datos son visibles no sólo para nosotros, sino también para nuestro empleador (si utilizamos un dispositivo de la empresa), nuestro proveedor de servicios de Internet y los sitios web que visitamos. Con la navegación de incógnito, algunos de estos datos no se guardan en nuestro PC, pero siguen siendo visibles para las personas mencionadas anteriormente. Las cookies suelen guardarse, pero sólo mientras dure la navegación de incógnito. La navegación de incógnito también puede ser útil para utilizar varias páginas de la misma red social al unísono. Por ejemplo, si abrimos Facebook en la navegación clásica, normalmente nos devuelve nuestro perfil en el que ya hemos iniciado la sesión. Si queremos entrar con otra cuenta, quizás la de la empresa, podemos abrir una ventana de incógnito. En este caso se nos pedirá que nos identifiquemos y las contraseñas no se guardarán para futuros accesos. Incluso si nos olvidamos de cerrar la sesión.
Riesgos de la navegación de incógnito
Empecemos diciendo que la navegación de incógnito no protege nuestro dispositivo de malware como spyware o stalkerware. También hay que tener cuidado con los navegadores que se utilizan, algunos están configurados para rastrear ciertos movimientos del usuario incluso cuando éste configura la navegación anónima. Además, la navegación de incógnito no permite eludir el control parental. Así que si tus padres controlan los sitios que visitas, seguirán sabiendo lo que miras aunque navegues de incógnito. Lo mismo ocurre con los ordenadores de una red escolar, una oficina o un centro de formación. Si realmente queremos ocultar nuestra navegación, uno de los mejores métodos puede ser descargar el navegador web Tor.