El término bare metal describe un servidor físico puro -antes también llamado servidor dedicado- dentro de una infraestructura de TI que no tiene ningún sistema operativo u otro software preinstalado.
Los servidores bare metal tienen la gran ventaja de que están disponibles en su totalidad para el usuario respectivo y sus recursos no tienen que ser compartidos con otros. Por ejemplo, una empresa que opta por un componente bare-metal puede determinar por sí misma cómo se distribuye el tráfico en el respectivo servidor. Además, el acceso root sin restricciones permite la instalación y personalización manual de un sistema operativo de libre elección. Todos los derechos recaen en el usuario individual y, por lo tanto, también permiten la instalación de software personalizado totalmente de acuerdo con las propias demandas y necesidades.
Además, el usuario -en contraste con las plataformas de alojamiento compartido- recibe una dirección IP fija en lugar de una dinámica que es utilizada por varios usuarios en paralelo. Esto excluye la posibilidad de que se le asocie con otros proveedores que utilizan la misma dirección para actividades no deseadas, como el envío de spam o correos de suplantación de identidad, o que infringen las directrices de los motores de búsqueda. Pues esto puede, en determinadas circunstancias, tener un efecto negativo en los propios proyectos web.
Desventajas de los servidores bare-metal
Donde hay luz, siempre hay sombra. El uso exclusivo de un servidor bare-metal por parte de una empresa se refleja comprensiblemente en el precio, ya que los costes incurridos no se pueden compartir con otros usuarios como ocurre con un servidor virtual.
Un punto negativo adicional es el mayor esfuerzo de administración en comparación con un servidor compartido o gestionado. Antes de iniciar un proyecto web o cargar una base de datos, hay que instalar un sistema operativo en un servidor bare-metal y particionar los componentes de hardware. También hay que establecer los servicios necesarios para servir la web. Esto requiere una planificación e implementación detallada con la ayuda de expertos antes de que el proyecto real pueda ponerse en marcha.
Además, es importante considerar al principio qué rendimiento debe proporcionar el servidor bare-metal, porque un aumento posterior suele ser inviable. Si el hardware llega a su límite, la única opción es invertir en un servidor con más potencia y volver a realizar el procedimiento de configuración.
Hipervisor bare metal
Además de los servidores bare metal puros, también los hay con hipervisores. Estos servidores también sólo están disponibles con todo su rendimiento para un único usuario, pero el hipervisor puede soportar varios sistemas operativos sobre los que se ejecutan las más diversas aplicaciones.
Servidores bare metal
Además de los servidores bare metal puros, también los hay con hipervisores.