Con la ayuda de unos cabezales de impresión de nuevo desarrollo, Epson quiere abrir nuevas áreas de aplicación para las impresoras de inyección de tinta, como el entorno de la oficina.
Según su propia información, Epson ha conseguido desarrollar un cabezal de impresión piezoeléctrico que se diferencia de los cabezales de la generación actual por unas dimensiones significativamente menores.
La base para ello fue el desarrollo de un cristal piezoeléctrico en el que el grosor del elemento podía reducirse en más de un 35 por ciento. La película sobre el depósito de tinta, que se deforma cuando se aplica una tensión eléctrica, se redujo de 1,56 micrómetros por capa a sólo un micrómetro de espesor.
En este contexto, fue necesario aumentar significativamente la flexibilidad del elemento piezoeléctrico para garantizar una dosificación precisa de las gotas de tinta. Esta propiedad es una característica de calidad esencial en la que también se basa la llamada tecnología de tamaño de gota variable de Epson. Con su ayuda se pueden producir gotas de tinta con diferentes volúmenes, ya sea para el grano más fino o para la cobertura de grandes áreas.
El elemento piezoeléctrico mejorado reduce el espacio requerido por las boquillas de impresión, duplicando el número de 180 a 360 boquillas por pulgada. Al mismo tiempo, el tiempo de reacción a los impulsos eléctricos también se ha reducido. Ambos, el número de boquillas y una mayor frecuencia de disparo, contribuyen a una mayor velocidad de impresión.
Los nuevos cabezales de impresión piezoeléctricos se fabrican en serie desde este mes. Sin embargo, por el momento, Epson aún no da información sobre los productos en los que se utilizarán los cabezales de impresión en el futuro.