Las robocalls, o llamadas robotizadas, son llamadas telefónicas realizadas mecánicamente a través de un programa informático. El objetivo de estas llamadas es vender algo a las personas que están al otro lado de la línea o iniciar un intento de fraude.
Aunque Alemania todavía está poco afectada por el fenómeno de las robocall, la estafa se está extendiendo rápidamente en otros países. Especialmente afectados son Estados Unidos, España, Italia, Francia, Reino Unido y Argentina, donde la tasa de llamadas mensuales de spam por usuario es ya de dos dígitos.
La empresa Hiya, desarrolladora de una app para identificar robocalls, calcula que solo en Estados Unidos hubo unos 26.000 millones de intentos de esta "estafa telefónica" en 2018, y la tendencia va en aumento. Las prohibiciones existentes y las que están en proyecto no parecen molestar a los operadores de robocalls.
Los dos objetivos principales de las robocalls
Intentar vender cualquier producto o servicio a los llamados es la versión inofensiva de las robocalls. Mucho más peligrosos son los intentos de estafa para engañar a los llamados.
Hiya, sin embargo, no sólo ha analizado las cifras de cada país, sino que también ha elaborado una lista de los intentos de estafa más comunes. Entre ellas se encuentran:
- Fraude de cuentas bancarias: El llamante se presenta como empleado del banco de la persona llamada e intenta obtener información confidencial que le permita acceder a la cuenta de la víctima.
- Fraude de tarjetas de crédito: Los estafadores utilizan diversos trucos para intentar obtener los números de las tarjetas de crédito de las víctimas. Para ello, suelen hacerse pasar por empleados del banco que quieren "ayudar" a la persona llamada con un problema ficticio que se ha producido. Incluso se han dado casos en los que los estafadores han telefoneado a las habitaciones de los hoteles en nombre de la recepción para recuperar y "confirmar" los datos de las tarjetas de crédito.
- Secuestro y extorsión: En esta estafa, se llama a números de teléfono al azar y se pide a las personas que llaman que paguen un rescate porque supuestamente han secuestrado a un familiar o amigo.
Estafa del Wangiri: Las llamadas automáticas de este tipo también se conocen como llamadas ping. En este caso, se realiza una breve llamada sin contacto directo. Las personas a las que se llama deben ser incitadas a devolver la llamada al número internacional visible en la pantalla. El resultado es que cuando vuelven a llamar, se les cobran tarifas pecaminosamente caras por un número de servicio oscuro.Estafa al vecino: Con la ayuda de un software de VoIP, aquí se intenta imitar los primeros dígitos de los números de teléfono vecinos. Se hace creer a las personas que llaman que lo hace un amigo, un conocido o una empresa de las inmediaciones.Ganar la lotería: Se hace creer a las personas que llaman que han ganado el premio principal de una lotería. Sin embargo, para recibir el premio, primero deben pagar una determinada suma..