¿Qué es un sensor de huellas dactilares?

Un sensor de huellas dactilares capta la imagen de la huella de una persona. Como cada huella dactilar es única, las personas pueden ser identificadas de forma exclusiva con la ayuda del sensor. Dichos sensores se utilizan para diversos fines.

Los sensores de huellas dactilares se utilizan en muchos ámbitos, por ejemplo en la creación de pasaportes y tarjetas de identidad, en la banca online o para la identificación de personas autorizadas en zonas de alta seguridad. Los sensores se han generalizado recientemente gracias a su instalación en los teléfonos inteligentes. Mientras tanto, apenas hay teléfonos móviles -salvo modelos muy económicos- que no tengan un escáner de huellas dactilares.

Dependiendo del diseño, un sensor de huellas dactilares puede escanear sólo uno, dos o los diez dedos. Entre los sensores de diez dedos, están especialmente extendidos los modelos que funcionan según el principio 4+4+2. Primero se escanean los cuatro dedos de una mano y luego los cuatro de la otra. En una tercera pasada, se reconocen los dos pulgares.

¿Cómo funciona un sensor de huellas dactilares?

Actualmente existen tres tecnologías para reconocer las huellas dactilares mediante un smartphone. Uno de ellos trabaja con ultrasonidos y aún no está totalmente preparado para el mercado. Los otros dos se dividen en un método óptico y otro capacitivo. Lo que tienen en común es que primero se toma una imagen de la huella. Si el dispositivo va a ser desbloqueado, esta imagen se utiliza como material de comparación. Las diferencias radican en la forma en que los sensores ópticos y capacitivos crean y posteriormente comprueban la imagen.

Sensores ópticos

Los sensores ópticos funcionan con un CCD (dispositivo de carga acoplada) clásico, similar a los que se encuentran en videocámaras sencillas o cámaras digitales. Sus diodos sensibles a la luz convierten la imagen en señales eléctricas o en un patrón digital, que luego es evaluado por el software del sensor. El sensor tiene su propia fuente de luz, pero almacena la imagen invertida. Cuanto más oscura sea la zona de la imagen, más se reflejará la luz. Esto significa que los papilares, los surcos de las yemas de los dedos, se muestran oscuros, mientras que los espacios intermedios se muestran claros. La imagen tomada durante el intento de desbloqueo se compara con la imagen almacenada. Si el intento fue exitoso, el smartphone se desbloquea.

Sensores capacitivos

Con los sensores capacitivos, el patrón digital de la yema del dedo no se genera con diodos emisores de luz, sino con tensión eléctrica. Hay miles de diminutas células de condensadores en el chip. Cuando se coloca un dedo sobre ella, el voltaje de la capa de silicio cambia. En el proceso, las células y la superficie conductora del dedo forman conjuntamente un condensador a partir del cual se crea la imagen de carga capacitiva. Esto se convierte en una imagen digital con la ayuda de un convertidor AD. La comparación posterior del escaneo actual y la plantilla almacenada se realiza entonces de la misma manera que con el sensor óptico.

Seguridad de los escáneres de huellas dactilares

Los sensores ópticos ya no se utilizan hoy en día en los smartphones porque pueden ser burlados con una simple impresión en papel de la huella. Los sensores capacitivos son más seguros, pero también se han agrietado. La próxima generación de sensores funcionará con ondas ultrasónicas y podrá encontrar el espacio debajo de la pantalla gracias a su funcionamiento.


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