La tecnología operativa es el hardware y el software que puede utilizarse para controlar el rendimiento de los equipos físicos. De este modo, las fuentes de error pueden detectarse con precisión y remediarse adecuadamente.
En el sector industrial, es importante supervisar constantemente los dispositivos y las máquinas. Esto tiene dos ventajas principales: en primer lugar, los fallos pueden detectarse en una fase temprana y la magnitud de los costes de las reparaciones necesarias puede mantenerse lo más baja posible. Por otro lado, los tiempos de inactividad en el proceso de funcionamiento pueden evitarse a menudo mediante la supervisión. En este contexto, la tecnología operativa desempeña un importante papel de supervisión.
Hardware y software como mecanismos de control
La tecnología operativa (también conocida por la abreviatura OT) incluye tecnologías operativas en el área de hardware y software que supervisan el funcionamiento de las plantas industriales. Por ello, el rendimiento de los dispositivos físicos se somete a un examen constante. En muchos casos, este control se realiza de forma puramente mecánica. Sin embargo, también existen productos de software que realizan una tarea de monitorización digital en un sistema cerrado de tecnología operativa.
Distinción entre OT e IT
En contraste con los modelos de monitorización soportados por IT, la tecnología operativa funciona sin conexión a la red. La tecnología operativa se controla prácticamente sola en un sistema cerrado según su propio protocolo. Si, por el contrario, la supervisión de los equipos o máquinas se realiza con ayuda de las TI, es decir, de la tecnología de la información, los errores se notifican de forma centralizada. Posteriormente, se rectifican directamente a través de mecanismos de control o se reenvían a otra instancia para resolver el problema.
Cooperación de TI y OT
La tecnología operativa y la tecnología de la información pueden complementarse en muchos casos. Por ejemplo, es muy posible que las fuentes de error y mal funcionamiento puedan detectarse con herramientas tecnológicas operativas probadas. A través de las conexiones informáticas, los especialistas pueden actuar directamente sobre los puntos débiles del sistema con la ayuda de elementos de control y así evitar a propósito los daños o las paradas de producción. Al analizar los datos recogidos en OT en tiempo real, TI puede así iniciar una solución rápida al problema.
Los problemas de software no se excluyen ni siquiera con OT
La opinión a menudo sostenida de que OT es superior a TI debido a su baja susceptibilidad al malware es errónea. Los programas informáticos del ámbito de la tecnología operativa también pueden ser vulnerables a los intrusos virtuales. Por lo tanto, en este contexto se aplican las mismas reglas que son importantes para la seguridad en el ámbito informático clásico. En este sentido, son especialmente importantes el inicio de sesión seguro con respecto a la autorización de acceso de determinadas personas y el uso de productos antivirus. Esto es muy importante porque un fallo de OT puede restringir importantes áreas de la empresa y convertirse así en un asunto de gran coste.