Hay numerosos factores que influyen de forma significativa en la durabilidad de los soportes de datos. Según George Purrio, director del centro tecnológico europeo del fabricante de almacenamiento Imation, entre ellas se encuentran las condiciones ambientales. Dependiendo de lo bien o mal que se haga el almacenamiento, los datos críticos para la empresa pueden guardarse entre tres y 100 años sin pérdida de información, según el soporte.
Según George Purrio, director del Centro de Información Europeo de Imation, la calidad de la fabricación, las condiciones ambientales y la manipulación de los soportes de almacenamiento de datos influyen decisivamente en la duración real de los discos duros, las tarjetas de memoria, las memorias USB, las cintas o los soportes ópticos de datos. Los procesos de fabricación y los materiales utilizados son decisivos. Purrio aconseja dar preferencia a los productos de marca: "Los fabricantes de marca utilizan procedimientos de prueba e inspección muy exhaustivos para garantizar la máxima calidad de forma constante." Los defectos que se producen con frecuencia, como la deslaminación de la superficie del reflector o los registros incorrectos, indicarían casi siempre deficiencias de fabricación.
En cuanto al almacenamiento, identifica la humedad y la temperatura como variables críticas que influyen: "En general, se puede recomendar un entorno limpio, fresco y seco de unos 15 a 20 grados centígrados con una humedad relativa del 20 al 30 por ciento para periodos largos de archivo de todas las tecnologías."
Sin embargo, los errores más comunes los cometen los propios usuarios en su manejo diario de los equipos de almacenamiento. Esto comienza con el uso del accionamiento, que a menudo no es de última generación. Sin embargo, es indispensable actualizar periódicamente las unidades para que las grabaciones coincidan con los soportes de datos de forma fiable. Además, la comprobación de la disponibilidad de la información tras el registro es un procedimiento indispensable. Purrio: "Este paso suele descuidarse por falta de tiempo. Pero los datos sólo pueden leerse después de mucho tiempo si se han registrado correctamente de antemano".
Si se siguen estas reglas básicas y no se sacuden los CD en el asiento del copiloto de un coche, los soportes de datos, como ha comprobado Purrio, suelen tener una vida útil mucho más larga de lo que es habitual por término medio. Los disquetes de la década de 1970 siguen siendo legibles de forma fiable hoy en día, a pesar de que el tiempo medio de caducidad es de unos 18 años (según Imation). Según el productor de almacenamiento de datos, los más duraderos son los soportes de memoria de sólo lectura (ROM), de los que se dice que sobreviven hasta cien años sin sufrir daños, mientras que los soportes reescribibles de Blu-ray, por ejemplo, tienen una vida comparativamente corta de hasta diez años.