Para hacer fotos en blanco y negro hay que tener en cuenta algunos factores: el contraste, el paisaje y las líneas de los edificios
Una foto en blanco y negro siempre tiene su encanto. Al contrario de lo que podría pensarse, hacer una foto de esta manera no siempre es fácil. Algunas personas se limitan a aplicar filtros para dar el efecto deseado, pero el efecto no siempre es el deseado.
Para mejorar nuestras fotos en blanco y negro, como hemos comentado, utilizar un filtro establecido por defecto puede no ser suficiente. Por eso hay que poner en práctica algunos consejos en los programas de edición de fotos. Como por ejemplo, Photoshop. Las operaciones no son difíciles, sólo se necesita un poco de práctica. Algunos de los consejos que vamos a ver también se pueden aplicar al sistema de edición que está presente por defecto en casi todos los principales smartphones.
Ver en blanco y negro
Lo primero que hay que hacer antes de hacer la foto es observar bien los sujetos o el paisaje en cuestión. Empecemos por adivinar cómo saldrá la foto en blanco y negro si disparamos en esas condiciones concretas. Prestamos atención al fondo y tratamos de entender si los sujetos que se van a poner en primer plano se verán realzados o no con la pérdida de colores. Este es sin duda el consejo más difícil de poner en práctica, ya que requiere experiencia. Pero si empiezas a hacer unas cuantas fotos, pronto le cogerás el truco.
Aspectos fundamentales
Cualquier foto en blanco y negro se basa en el contraste. Por tanto, este es el aspecto que más hay que tener en cuenta. Para identificar un sujeto que se presta a las fotos en blanco y negro, basta con fijarse en sus líneas, su forma y sus sombras. Cuanto más pronunciados sean estos aspectos, mayores serán las posibilidades de que la foto en blanco y negro salga bien. La sombra también es tan importante como la luz. Cuando observamos una imagen muy luminosa con muchos detalles, como hojas, piedras o personas en primer plano, entonces puede valer la pena utilizar el blanco y negro. En el caso de los colores, la luz brillante puede resaltar menos algunos detalles. El blanco y negro, en cambio, resaltará la nitidez de cada aspecto individual.
Cuándo no disparar en blanco y negro
Hay ciertos temas y condiciones que no se prestan especialmente bien a la fotografía en blanco y negro. Si las condiciones de iluminación no son las mejores, evitamos utilizar el blanco y negro en las fotos que incluyen parte del cielo. Si el cielo es muy gris, el resultado en la foto será una mancha blanca que da un efecto minimalista a la toma. También hay que evitar el blanco y negro en las imágenes que se basan en colores vivos. Sin el color le restamos vitalidad a la escena. Por último, siempre hay que evitar el blanco y negro en las escenas con colores contrastados. Por ejemplo, dos flores moradas sobre un césped verde en blanco y negro no tienen mucho contraste, mientras que en color quedan muy bien.
Líneas y ángulos
Estructuras como edificios, rascacielos y grandes oficinas pueden ser los mejores sujetos para una foto en blanco y negro. Pero lo mismo ocurre con los árboles y las rocas. En general, las líneas rectas, los ángulos muy cuadrados y los efectos de luz son ideales para este tipo de tomas. Para realzar las formas, lo mejor es una iluminación de alto contraste. Si utilizamos una luz artificial, la colocamos a un lado del sujeto. Esto creará sombras nítidas que darán una sensación de perfecta quietud a la escena. Una de las formas más populares y utilizadas para conseguir imágenes sencillas pero impactantes en blanco y negro es utilizar exposiciones largas. Esta técnica hará que el agua y las nubes sean suaves y humeantes, centrando toda la atención en los objetos fijos.
Exponer la luz
El contraste, como hemos visto, lo es todo, pero a veces, sobre todo con un fondo blanco o muy claro, podemos hacer fotos en blanco y negro utilizando una luz muy intensa. Esto producirá una toma extremadamente nítida y ligera. Estas tomas se recomiendan para los bodegones o los paisajes nevados.