Los CD o discos compactos fueron introducidos por primera vez en 1982 y desde entonces han sido una herramienta muy útil para almacenar y distribuir información. En un CD se puede almacenar una gran cantidad de información, que puede ser desde música hasta software, pasando por fotografías, vídeos e incluso documentos en formato PDF.
La capacidad de un CD común es de 700 MB, lo que significa que puede almacenar hasta aproximadamente 80 minutos de música en formato estándar. Sin embargo, existen otros tipos de CD con distintas capacidades, como el CD-RW que permite grabar y borrar información varias veces y tiene una capacidad de hasta 1 GB.
En cuanto al tamaño de una caja de CD, suele ser de 14,2 cm de largo, 12,5 cm de ancho y 1,2 cm de alto. En cambio, el tamaño de una portada de CD es de 12 cm de largo y 12 cm de ancho, con un margen de 0,5 cm por cada lado para el corte.
Uno de los aspectos más curiosos de los CD es la duración de 74 minutos que tienen en promedio. Esto se debe a una decisión tomada por los creadores del CD, quienes querían que el disco pudiera reproducir la Novena Sinfonía de Beethoven en su totalidad, que tiene una duración de 74 minutos.
En cuanto al costo de un CD virgen, este puede variar dependiendo de la marca y la cantidad que se adquiera. En promedio, un paquete de 50 CD-R puede costar alrededor de $15 dólares, mientras que un paquete de 25 CD-RW puede costar alrededor de $20 dólares.
En conclusión, un CD puede almacenar una gran cantidad de información y es una herramienta muy útil para distribuir todo tipo de archivos. Además, existen distintos tipos de CD con capacidades y funciones diferentes, por lo que es importante elegir el adecuado según las necesidades de cada usuario.
Las ventajas de los CD son su capacidad de almacenamiento, su durabilidad y su bajo costo. Además, los CD son compatibles con la mayoría de los dispositivos de lectura y son fáciles de transportar. Por otro lado, las desventajas incluyen su vulnerabilidad a los arañazos y a la luz solar directa, lo que puede dañar la información almacenada. Además, los CD tienen una vida útil limitada en comparación con otros medios de almacenamiento y su capacidad de almacenamiento es relativamente baja en comparación con otros medios más modernos, como los discos duros externos o las unidades flash USB.
La información se almacena en un CD mediante la grabación de datos en una capa de material fotosensible en la superficie del disco mediante un láser. Los datos se organizan en pistas en espiral, y los cambios en la reflectividad del material fotosensible se traducen en información digital.
Los datos se almacenan en un CD mediante la grabación de pequeños surcos en espiral en la superficie del disco utilizando un láser. Estos surcos representan la información que se desea almacenar y pueden ser leídos por un reproductor de CD mediante un rayo láser que sigue la pista espiral para decodificar la información almacenada.