Al utilizar nuestro teléfono móvil, es común que abramos varias aplicaciones a la vez. Muchas veces, al cambiar de aplicación, no las cerramos completamente, sino que las dejamos en segundo plano. Pero, ¿qué sucede si las cerramos por completo?
En primer lugar, debemos saber que los sistemas operativos de los teléfonos móviles están diseñados para gestionar la memoria de manera inteligente. Esto significa que, aunque tengamos varias aplicaciones abiertas en segundo plano, el sistema se encargará de optimizar su uso para que no afecte el rendimiento del dispositivo.
Por lo tanto, si cerramos una aplicación en segundo plano, no liberaremos mucha memoria RAM ni mejoraremos el rendimiento del teléfono. Además, cerrar y abrir aplicaciones constantemente puede consumir más batería que dejarlas en segundo plano.
Ahora bien, si queremos mantener una pestaña o aplicación en primer plano para que sea la que esté visible en todo momento, podemos fijarla. En Android, esto se hace presionando el botón de la pestaña y seleccionando la opción “Fijar”. En iOS, se debe deslizar hacia arriba desde la parte inferior de la pantalla y mantener presionada la pestaña que se desea fijar.
Por otro lado, es posible utilizar algunas aplicaciones con la pantalla bloqueada. Por ejemplo, en Android, se puede activar esta opción en la configuración de la aplicación en cuestión. Para utilizar Waze con la pantalla bloqueada, se debe activar la opción en la configuración de la aplicación y asegurarse de tener la ubicación activada.
Finalmente, dejar WhatsApp en segundo plano significa que la aplicación sigue funcionando en segundo plano, es decir, que se sigue recibiendo y enviando mensajes. Esto es útil para recibir notificaciones y mantenernos conectados sin tener que abrir la aplicación constantemente. Sin embargo, es importante recordar que dejar muchas aplicaciones abiertas en segundo plano puede afectar el rendimiento de nuestro teléfono.
Para hacer que una aplicación se ejecute en primer plano en un dispositivo móvil, simplemente ábrela y manténla activa en la pantalla. Si necesitas cambiar a otra aplicación, simplemente minimiza la que estás usando y abre la otra. La aplicación que dejaste en primer plano seguirá ejecutándose hasta que la cierres o la minimices.
Para anclar una ventana a la barra de tareas en Windows, primero debes abrir la aplicación que deseas anclar. Luego, haz clic derecho en el icono de la aplicación en la barra de tareas y selecciona «Anclar a la barra de tareas». De esta manera, la aplicación se mantendrá siempre visible en la barra de tareas para un acceso más rápido en el futuro.
Para congelar una ventana en Windows, puedes utilizar la función de «Anclar a la barra de tareas». Haz clic derecho en el icono de la aplicación en la barra de tareas y selecciona «Anclar a la barra de tareas». Esto mantendrá la ventana fija en la barra de tareas incluso si la cierras o minimizas otras ventanas.