Cuando utilizamos un dispositivo electrónico, ya sea un ordenador, smartphone, tablet u otro, estamos interactuando con diferentes procesos que se ejecutan en nuestro dispositivo. Estos procesos se dividen en dos categorías: los procesos en primer plano y los procesos en segundo plano. Los procesos en primer plano son aquellos que están activos y visibles para el usuario, mientras que los procesos en segundo plano son aquellos que se ejecutan en el fondo y no son visibles para el usuario.
Los procesos en segundo plano son importantes ya que son los responsables de mantener actualizada la información de nuestras aplicaciones y servicios. Por ejemplo, cuando recibimos una notificación de una aplicación, es gracias a un proceso en segundo plano que se encarga de comprobar si hay nuevas actualizaciones o notificaciones. Si limitamos estos procesos en segundo plano, podríamos estar afectando el rendimiento y funcionamiento de nuestro dispositivo.
En el caso específico de la radio, el segundo plano se refiere a la transmisión de audio en segundo plano. Es decir, cuando estamos en una llamada telefónica y queremos escuchar la radio sin que la otra persona lo escuche, podemos colocar la radio en segundo plano para que siga transmitiendo el audio sin interrupciones.
En el caso de Windows 10, si desactivamos las aplicaciones en segundo plano, podríamos mejorar el rendimiento de nuestro dispositivo, pero también estaríamos limitando la capacidad de las aplicaciones para mantenerse actualizadas y ofrecernos notificaciones en tiempo real. Por lo tanto, es importante encontrar un equilibrio entre el rendimiento y la funcionalidad de nuestras aplicaciones.
Para reducir los procesos en segundo plano, podemos desactivar las aplicaciones que no estamos utilizando o limitar su capacidad de actualización. También podemos utilizar aplicaciones de optimización de sistema que nos ayuden a eliminar procesos innecesarios y mejorar el rendimiento de nuestro dispositivo.
Finalmente, la suspensión de aplicaciones se refiere a la capacidad de detener temporalmente el funcionamiento de una aplicación en segundo plano. Esto podría ayudarnos a mejorar el rendimiento de nuestro dispositivo, pero también podría limitar la capacidad de la aplicación para mantenerse actualizada y ofrecernos notificaciones en tiempo real.
En conclusión, limitar los procesos en segundo plano puede mejorar el rendimiento de nuestro dispositivo, pero también podría limitar la capacidad de nuestras aplicaciones para mantenerse actualizadas y ofrecernos notificaciones en tiempo real. Es importante encontrar un equilibrio entre el rendimiento y la funcionalidad de nuestro dispositivo para asegurarnos de que esté funcionando de manera óptima.
Para evitar que las aplicaciones se cierren en segundo plano, debes permitir que el sistema operativo las mantenga en ejecución en segundo plano. Esto se puede hacer en la configuración del dispositivo, donde se puede ajustar la gestión de energía para permitir que las aplicaciones se ejecuten en segundo plano. También puedes evitar cerrar manualmente las aplicaciones en segundo plano y permitir que el sistema las gestione automáticamente.
Para volver a activar una aplicación que ha sido limitada en segundo plano, debes abrirla nuevamente desde la pantalla de inicio o desde la lista de aplicaciones recientes y asegurarte de que no esté en la lista de aplicaciones limitadas. Si la aplicación sigue siendo limitada, debes ir a la configuración del dispositivo, seleccionar «Batería» y luego «Optimización de batería». Busca la aplicación que quieres activar y desactívala para que no sea limitada en segundo plano.
Para saber qué aplicaciones están en segundo plano en Android, debes ir a la sección de «Configuración» de tu dispositivo y buscar la opción de «Aplicaciones» o «Administrador de aplicaciones». Luego, selecciona la pestaña de «Procesos en segundo plano» para ver la lista de aplicaciones que están ejecutándose en segundo plano en ese momento.