Los números enteros son aquellos que no tienen decimales ni fracciones, sino que son números completos. Estos pueden ser positivos o negativos, y se utilizan en diversas operaciones matemáticas. En este artículo, hablaremos sobre las operaciones con números enteros, su importancia en nuestra vida cotidiana y las propiedades de la multiplicación.
Los números enteros son fundamentales en la vida cotidiana, ya que se utilizan en diversas situaciones. Por ejemplo, en las operaciones bancarias, en la contabilidad, en la medición de temperaturas bajo cero, entre otros. Además, son importantes en la resolución de problemas matemáticos y en la vida cotidiana, ya que nos permiten realizar operaciones aritméticas básicas, como la suma, la resta, la multiplicación y la división.
La suma y la resta son las operaciones más comunes con números enteros. Si tenemos un número positivo y otro negativo, debemos restar su valor absoluto y colocar el signo del número con mayor valor absoluto. Por ejemplo, si tenemos -5 y 7, restamos 5 de 7 y colocamos el signo del número con mayor valor absoluto (en este caso, el 7 es mayor), resultando en 2. Si tenemos dos números negativos, debemos sumar sus valores absolutos y colocar el signo negativo. Por ejemplo, si tenemos -3 y -4, sumamos 3 y 4, y colocamos el signo negativo, resultando en -7.
La multiplicación es otra operación importante con números enteros. Si multiplicamos dos números con el mismo signo, el resultado será positivo. Si tienen signos diferentes, el resultado será negativo. Por ejemplo, si tenemos -6 y 4, multiplicamos 6 por 4 y colocamos el signo negativo, resultando en -24.
Las propiedades de la multiplicación con números enteros son la conmutativa, la asociativa y la distributiva. La propiedad conmutativa establece que el orden de los factores no altera el resultado. La propiedad asociativa establece que el resultado es el mismo, independientemente de cómo se agrupen los factores. La propiedad distributiva establece que la multiplicación de un número por la suma de dos números es igual a la suma de la multiplicación del número por cada uno de los sumandos. Por ejemplo, si tenemos -2 multiplicado por la suma de 4 y 6, podemos distribuir el -2 en cada sumando, resultando en (-2 x 4) + (-2 x 6) = -8 + (-12) = -20.
En conclusión, los números enteros son fundamentales en la vida cotidiana y en las operaciones matemáticas. Su uso es esencial en la resolución de problemas y en la realización de operaciones aritméticas básicas. Además, la multiplicación con números enteros tiene propiedades importantes que nos permiten simplificar las operaciones y obtener resultados precisos.
Los números racionales no enteros son aquellos números que pueden ser expresados como una fracción, donde el numerador y el denominador no son ambos números enteros. Ejemplos comunes de números racionales no enteros son 1/2, 3/4, -2/3, entre otros. Estos números pueden ser representados en una recta numérica y se utilizan en situaciones donde se requiere mayor precisión que la que ofrecen los números enteros.
El número cero se escribe como un entero y se representa con el símbolo «0».
El número 1 y 2 son ambos números enteros, por lo que su suma también será un número entero. Por lo tanto, 1 + 2 = 3 en números enteros.