Un fragmento es una parte de un todo, un pedazo que ha sido separado de un texto o de una obra. En la literatura, se utiliza para hacer referencia a una parte de un libro, de un poema, de una novela o de un cuento. Si bien es cierto que los fragmentos suelen ser cortos, no existe una medida específica en cuanto a la extensión que debe tener un fragmento, ya que puede variar dependiendo del tipo de texto del que se trate.
En el teatro, un fragmento puede ser una parte de una obra que ha sido separada del resto. Puede tratarse de un acto, de una escena, de un monólogo o de un diálogo en particular. Los fragmentos teatrales suelen ser utilizados con frecuencia en la enseñanza de la interpretación y la dramaturgia.
Para escribir un fragmento adecuadamente, es importante tener en cuenta que debe ser coherente en sí mismo y que debe tener un sentido completo. Es decir, aunque se trate de una parte de un todo, debe tener una estructura propia que le permita ser entendido de manera independiente. En cuanto a su extensión, se recomienda que tenga al menos una oración completa, aunque puede tener varias.
Es importante que el fragmento se complemente con la cronología del texto del que ha sido extraído. Es decir, debe indicarse claramente de dónde ha sido extraído el fragmento y en qué momento del texto original se encuentra. Esto permitirá al lector o al espectador situarlo en el contexto general de la obra.
En resumen, un fragmento es una parte separada de un todo, que puede ser utilizado en la literatura, el teatro y otros ámbitos. Para escribirlo adecuadamente, debe tener una estructura propia y coherente, y debe complementarse con la cronología del texto original. Si bien no existe una medida específica en cuanto a su extensión, se recomienda que tenga al menos una oración completa para que tenga sentido por sí mismo.
Un fragmento de la introducción es una parte del texto que se encuentra al inicio de un escrito y que tiene como objetivo introducir el tema que se va a tratar. Puede estar compuesto por una o varias oraciones que resumen el contenido del texto y que invitan al lector a seguir leyendo.
Se dice «fragmento» en español.
Para saber cuántas oraciones hay en un texto, se puede contar el número de puntos que hay en el mismo, ya que cada punto indica el final de una oración. Sin embargo, hay que tener en cuenta que algunos puntos pueden indicar abreviaturas o acrónimos, por lo que es importante leer el texto con atención para distinguirlos de los finales de oración. También se puede estimar el número de oraciones contando el número de verbos conjugados que hay en el texto.