El término onboarding proviene de la gestión de recursos humanos y del talento. Representa la contratación de nuevos empleados, su aceptación e integración en una empresa o las medidas adoptadas durante este proceso.
El onboarding consiste en familiarizar e integrar de forma rápida y eficaz a los nuevos profesionales en su nuevo entorno de trabajo. El trasfondo de esto es, por un lado, los costes, a menudo muy elevados, en los que se incurre directa e indirectamente por una contratación, y por otro, la escasez de trabajadores cualificados a la que se enfrentan las empresas.
Durante el proceso de incorporación, el nuevo empleado debe familiarizarse con sus compañeros y superiores, así como con la cultura y la estructura de la empresa. Cuanto mejor y más rápido lo consiga, más fiable será su rendimiento, su iniciativa, su motivación y su compromiso con el empleador. El onboarding es, por tanto, una herramienta esencial para aumentar la productividad.
Cuatro fases en el onboarding
Para la gestión moderna de los recursos humanos, es fundamental profesionalizar la inducción sistemática del nuevo profesional y su integración social. Para desarrollar una herramienta de este tipo, tiene sentido examinar primero el proceso de incorporación desde una perspectiva psicológica. Al hacerlo, se ponen de manifiesto cuatro fases, que también se expresan paralelamente en la curva de aprendizaje de los nuevos empleados:
- 1. Fase de expectativa: En esta fase, el nuevo empleado tiene todavía una cantidad relativamente grande de desconocimiento, pero trae consigo altas expectativas a la empresa.
2. Fase de conocimiento/entusiasmo: El empleado está lleno de entusiasmo por su nuevo trabajo, conoce los procesos de trabajo y comienza a entenderlos.
- 3. Fase de aprendizaje. 3. Fase de desilusión: En esta fase, la desilusión suele producirse cuando el empleado capta la complejidad de la tarea y, al mismo tiempo, reconoce su nivel de conocimiento, a menudo todavía deficiente.
4. Fase de familiarización/integración: En la última fase, tiene lugar la familiarización e integración real en el entorno social.
El software de onboarding apoya el proceso
Cada empresa debe desarrollar una estrategia para sí misma en cuanto a cómo debe ser el onboarding. Las normas de conducta, la cultura empresarial, los códigos de vestimenta, el contenido del trabajo, el tamaño de los equipos y las jerarquías son diferentes en cada empresa y no pueden agruparse. El software profesional de onboarding puede utilizarse como una herramienta útil para facilitar la integración y la familiarización de los nuevos compañeros.
Los programas proporcionan, por ejemplo, estructuras organizativas adecuadas con las que los responsables de RRHH pueden obtener una visión general de las próximas tareas y de los diferentes procesos de integración. Los sistemas de gestión de la información sobre el personal y de planificación de los recursos humanos pueden vincularse entre sí para que la información necesaria esté disponible en el momento adecuado.