Permisos y autorizaciones de las aplicaciones Android, para qué sirven

Teléfono, ubicación, micrófono: son muchos los elementos a los que tienen acceso las aplicaciones instaladas en los dispositivos móviles. Por eso es importante conocerlas

Todas las aplicaciones necesitan acceder a las funciones del smartphone para funcionar. Por eso piden permisos. Pero ¿cuáles son y, sobre todo, cuáles podemos conceder y cuáles bloquear? Así que es buena idea informarse sobre ellas antes de descargar una app para evitar sorpresas desagradables.

Empecemos por decir que para que una app haga su trabajo correctamente, tiene que utilizar algunos datos personales y explotar partes sensibles del smartphone. Un ejemplo podría ayudar a aclarar esto. No podríamos ver los contactos en WhatsApp si no autorizamos a la app de mensajería instantánea a acceder a nuestra agenda. Los problemas surgen cuando las aplicaciones solicitan permiso para acceder a elementos que no son relevantes para la función en cuestión. Pongamos otro ejemplo. Si una aplicación de reloj despertador pide usar el micrófono o acceder a la galería, tenemos que hacer algo más que una pregunta sobre el porqué.

Autorizaciones en Android

Ahora veamos cómo funciona el mecanismo de autorizaciones en Android. A lo largo de los años, Google ha dejado muy claro el sistema de permisos y también ha impuesto normas estrictas a los desarrolladores en lo que respecta a la privacidad de los usuarios. Es posible, de hecho, ver los permisos que requiere la app antes de descargarla desde la Google Play Store, o en cualquier momento desde los ajustes del dispositivo. Android comprueba si la app tiene todos los permisos necesarios, de lo contrario no te permitirá usarla.

Por qué es importante conocer los permisos

Pero, ¿por qué es necesario saber qué permisos concedemos a las apps? Para entenderlo, retrocedamos y tomemos el ejemplo de la aplicación del despertador. Si la app accede a la lista de contactos (una acción muy extraña), puede subir los datos a su propio servidor sin necesidad de hacerlo. Está claro que en estos casos, el riesgo de que utilice los datos para otros fines es muy real. O digamos que una aplicación obtiene permiso de nosotros para acceder a nuestro teléfono y a los SMS: podría potencialmente hacer llamadas o enviar y recibir mensajes a cambio de una tarifa.

Otra autorización sensible se refiere a la localización, que permite a una aplicación, como Google Maps, utilizar el GPS del dispositivo. Una aplicación también puede necesitar acceder a archivos multimedia en la memoria. Son muchos los datos personales que puede recoger una aplicación. El consejo, por tanto, es prestar atención a las autorizaciones, evitando el gesto mecánico de conceder todos los permisos a ciegas.


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