El software propietario, también conocido como software privativo, es aquel que no permite el acceso a su código fuente por parte de los usuarios. Esto significa que, a diferencia del software libre, los usuarios no pueden modificar, copiar o distribuir el software sin la autorización del propietario.
El software propietario es el tipo de software más utilizado en el mundo, ya que muchas empresas prefieren mantener el control sobre su código fuente y limitar el acceso a sus clientes. Ejemplos de software propietario son Microsoft Office, Adobe Photoshop y AutoCAD.
En cuanto a los sistemas operativos, los cinco más utilizados son Windows, macOS, Linux, iOS y Android. De estos, solo macOS e iOS son propietarios, mientras que Linux es completamente libre y Android es una combinación de software libre y propietario.
El software comercial, por otro lado, se refiere a cualquier software que se vende o distribuye con fines de lucro. A menudo, el software propietario también es comercial, pero no todos los software comercial es propietario. Ejemplos de software comercial incluyen SAP, Salesforce y Oracle.
Las características del software propietario incluyen una mayor seguridad y estabilidad, ya que solo el propietario tiene acceso al código fuente para hacer cambios y correcciones. También suele haber un mayor soporte técnico disponible para el software propietario debido a la inversión financiera realizada por los usuarios.
Sin embargo, hay varias desventajas del software propietario, como la falta de libertad del usuario para modificar y distribuir el software, así como el costo elevado de adquirir licencias y actualizaciones.
En contraste, el software libre ofrece a los usuarios la libertad de modificar, copiar y distribuir el software sin restricciones. Las ventajas del software libre incluyen una mayor transparencia y participación de la comunidad, lo que puede llevar a una mayor calidad y seguridad del software. Sin embargo, el software libre puede tener menos soporte técnico disponible y puede requerir más conocimiento técnico por parte del usuario para hacer cambios y personalizaciones.
En conclusión, el software propietario es aquel que no permite el acceso al código fuente por parte de los usuarios y es el tipo de software más utilizado en el mundo. Tiene características como una mayor seguridad y estabilidad, pero también tiene desventajas como la falta de libertad del usuario y el costo elevado. El software libre, por otro lado, ofrece libertad y transparencia a los usuarios, pero puede requerir más conocimiento técnico y tener menos soporte técnico disponible.
Entre las principales desventajas del software de sistema propietario se encuentran:
1. Altos costos: el software de sistema propietario suele ser muy costoso en comparación con el software libre.
2. Falta de flexibilidad: al ser propietario, no se puede modificar el código fuente para adaptarlo a necesidades específicas.
3. Dependencia del proveedor: una vez adquirido el software de sistema propietario, se depende del proveedor para las actualizaciones, soporte técnico y solución de problemas.
4. Limitaciones en la distribución: el software propietario no permite su distribución libre, lo que puede dificultar su adopción y uso por parte de terceros.
5. Vulnerabilidades de seguridad: al no poder acceder al código fuente, se dificulta la identificación y corrección de vulnerabilidades de seguridad.
La principal diferencia entre el software libre y el software licenciado es que el primero se distribuye con una licencia que permite a los usuarios utilizarlo, copiarlo, modificarlo y distribuirlo libremente, mientras que el software licenciado se distribuye bajo una licencia que establece ciertas restricciones en su uso, copia, modificación y distribución. En resumen, el software libre promueve la libertad y la colaboración, mientras que el software licenciado se basa en el control y la propiedad.
El software propietario funciona mediante una licencia exclusiva que otorga al titular del software el derecho de controlar su uso, distribución y modificación. Esto significa que los usuarios no tienen acceso al código fuente del software y deben pagar por su uso, lo que limita su capacidad para personalizar y modificar el software según sus necesidades individuales. Además, el software propietario a menudo viene con restricciones en cuanto a su uso y distribución, lo que puede limitar su adopción y popularidad en comparación con el software libre y de código abierto.