Permiten distribuir trabajos, tareas o procesos, entre un conjunto de procesadores. Puede ser que este conjunto de procesadores esté en un equipo o en diferentes, en este caso es trasparente para el usuario. uno cuenta con su memoria local.
Un sistema operativo de red o distribuido es aquel que se encarga de administrar los recursos de hardware y software de una red de computadoras. En otras palabras, es el conjunto de programas y servicios que permiten que varios equipos se comuniquen y trabajen juntos de forma eficiente y segura. Entre las funciones principales de un sistema operativo de red, se encuentran la gestión de usuarios y contraseñas, la asignación de permisos y recursos, la sincronización de datos y la detección de errores y fallos.
En el mercado actual existen varios sistemas operativos de red o distribuido, pero los cinco más importantes son: Windows Server, Linux, macOS Server, Unix y Solaris. Cada uno de ellos tiene sus propias características y ventajas, por lo que es importante elegir el que mejor se adapte a las necesidades de la organización.
En cuanto a los sistemas operativos disponibles en 2021, destacan las nuevas versiones de Windows Server (Windows Server 2022), Linux (Ubuntu 21.04) y macOS Server (Big Sur). Además, hay otras opciones menos conocidas pero igualmente eficientes, como FreeNAS, Openfiler y Proxmox VE.
Uno de los servicios más utilizados en un sistema operativo de red es el NFS (Network File System), que permite compartir archivos y directorios entre diferentes equipos de la red. Gracias a NFS, los usuarios pueden acceder a los mismos archivos desde cualquier lugar y en cualquier momento, lo que aumenta la productividad y la flexibilidad de la organización.
Los grupos de trabajo distribuidos tienen varias ventajas, como la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar y la flexibilidad para adaptarse a diferentes horarios y necesidades. Sin embargo, también presentan algunos desafíos, como la necesidad de una buena comunicación y coordinación entre los miembros, la dificultad para mantener la seguridad y la privacidad de los datos y la posible falta de cohesión y compromiso del equipo.
Los sistemas operativos distribuidos se aplican en diferentes ámbitos, como la gestión de bases de datos, la computación en la nube, la inteligencia artificial y el internet de las cosas. En general, se utilizan en cualquier situación en la que se requiera una alta disponibilidad, escalabilidad y seguridad en una red de computadoras.
El objetivo de un sistema distribuido es permitir que múltiples dispositivos conectados en red trabajen juntos para realizar una tarea o conjunto de tareas de manera eficiente y transparente para el usuario final. Esto se logra mediante la coordinación y comunicación entre los distintos nodos del sistema distribuido, lo que a su vez permite una mayor disponibilidad, escalabilidad y tolerancia a fallos. Además, los sistemas distribuidos también pueden mejorar el rendimiento y reducir los costos al distribuir la carga de trabajo entre varios dispositivos en lugar de depender de un solo servidor centralizado.
Los tipos de sistemas distribuidos se pueden clasificar en tres categorías: sistemas de cómputo distribuido, sistemas de información distribuida y sistemas de control distribuido.
Un sistema multitareas es aquel que permite la ejecución simultánea de varios programas o procesos en una misma computadora, lo que permite aumentar la eficiencia y productividad del sistema.