El término «caballo de Troya» proviene de la famosa historia griega de la Guerra de Troya, en la que los griegos lograron entrar en la ciudad de Troya mediante el engaño de ofrecer un gran caballo de madera como regalo. Dentro del caballo se encontraban soldados griegos que, una vez dentro de la ciudad, atacaron y conquistaron Troya. Por lo tanto, un «caballo de Troya» es una forma de infiltración maliciosa en la que un objeto aparentemente inofensivo contiene algo dañino en su interior.
En el mundo de la informática, un «virus de caballo de Troya» es un tipo de malware que se presenta como software legítimo pero que, en realidad, tiene como objetivo dañar la computadora del usuario. Los virus de caballo de Troya pueden ser utilizados para robar información confidencial, como contraseñas y datos bancarios, o para tomar el control remoto de la computadora.
Los virus de caballo de Troya pueden realizar diversas actividades maliciosas en la computadora del usuario. Algunas de las más comunes son:
– Instalar software malicioso adicional: los virus de caballo de Troya pueden instalar otros tipos de malware en la computadora del usuario, como virus de gusano o ransomware.
– Robar información: los virus de caballo de Troya pueden robar información confidencial del usuario, como contraseñas, números de tarjeta de crédito y otros datos personales.
– Control remoto: algunos virus de caballo de Troya permiten a los atacantes tomar control remoto de la computadora del usuario, lo que les permite acceder a archivos y realizar actividades maliciosas adicionales.
Identificar un virus de caballo de Troya puede ser difícil, ya que a menudo se presentan como software legítimo. Sin embargo, hay algunas señales de alerta que pueden indicar la presencia de un virus de caballo de Troya, como:
– Lentitud del sistema: si la computadora del usuario se vuelve lenta o experimenta retrasos inexplicables, puede ser una señal de que hay un virus en la computadora.
– Cambios inesperados en la configuración: si el usuario nota que su computadora ha cambiado su configuración sin su conocimiento, puede ser una señal de que un virus ha tomado el control.
– Mensajes de error inesperados: si la computadora del usuario muestra mensajes de error inesperados o se bloquea con frecuencia, puede ser una señal de que hay un virus en la computadora.
En la historia griega, el caballo de Troya fue creado por los griegos como parte de su estrategia para conquistar la ciudad de Troya. En el mundo de la informática, no hay una persona específica que se atribuya la creación del virus de caballo de Troya, ya que es un tipo de malware que ha sido desarrollado y utilizado por muchos atacantes diferentes.
Los virus de caballo de Troya pueden causar una variedad de daños en la computadora del usuario. Algunos de los efectos más comunes incluyen:
– Pérdida de datos: algunos virus de caballo de Troya pueden borrar archivos importantes del usuario o corromper sus datos.
– Robo de información: los virus de caballo de Troya pueden robar información confidencial del usuario, como contraseñas y datos bancarios.
– Daño del sistema: algunos virus de caballo de Troya pueden dañar el sistema operativo de la computadora, lo que puede llevar a fallos del sistema o incluso a la necesidad de reinstalar el sistema operativo.
A diferencia del virus de caballo de Troya, un virus de gusano es un tipo de malware que se propaga a través de la red de computadoras, sin necesidad de la intervención del usuario. Los virus de gusano pueden propagarse rápidamente a través de la red, infectando muchas computadoras en poco tiempo. Una vez que un virus de gusano infecta una computadora, puede realizar diversas actividades maliciosas, como robar información o dañar el sistema operativo. Los virus de gusano pueden ser muy peligrosos y difíciles de eliminar, ya que pueden propagarse rápidamente y esconderse en muchos lugares diferentes de la red.
Los virus hijackers actúan reemplazando la página de inicio del navegador y redirigiendo al usuario a sitios web maliciosos o no deseados sin su consentimiento. También pueden mostrar anuncios no deseados y recopilar información del usuario sin su conocimiento.