La expresión «sin mácula» se refiere a algo que está libre de manchas, impurezas o defectos. En un sentido figurado, se emplea para referirse a una persona o cosa que es perfecta, sin ningún tipo de fallo o tacha. En la Biblia, por ejemplo, se usa para describir a Jesucristo como un cordero sin mácula ni mancha.
En cuanto a la función de la mácula del ojo humano, se refiere a una pequeña zona de la retina que es responsable de la visión central y de la percepción de los detalles finos. Es decir, es la parte del ojo que nos permite leer, reconocer rostros y ver con claridad los objetos que tenemos delante.
Por otro lado, la palabra «subvencionado» se refiere a algo que ha recibido una ayuda económica o financiera, ya sea del gobierno u otra entidad. Por ejemplo, una organización puede ser subvencionada para llevar a cabo un proyecto comunitario o una empresa puede recibir una subvención para desarrollar una nueva tecnología.
En cuanto a la definición de «hombre advenedizo», se refiere a una persona que llega a un lugar o posición de manera repentina o inesperada, sin haber tenido una presencia previa. Por ejemplo, alguien que se muda a una ciudad nueva y trata de establecerse rápidamente puede ser considerado un hombre advenedizo.
En la Biblia, el término «concuidadanos» se refiere a personas que comparten una ciudadanía común o una patria. En un sentido más amplio, se puede usar para referirse a personas que comparten una comunidad, una nación o una cultura.
Por último, la palabra «edulcorado» se refiere a algo que ha sido endulzado o suavizado, ya sea literal o figurativamente. Por ejemplo, se puede hablar de un postre edulcorado o de un discurso político edulcorado que busca suavizar las críticas o las tensiones.
El contrario de revolucionario es conservador.
El momento en que se perfecciona un contrato puede variar dependiendo del tipo de contrato y las normas aplicables en cada país. En general, se considera que un contrato se perfecciona cuando se han acordado y aceptado todas las condiciones y términos del mismo, y se ha manifestado la voluntad de las partes de obligarse a su cumplimiento. En algunos casos, puede ser necesario que el contrato sea firmado por todas las partes o que se cumplan ciertas formalidades legales para que sea válido y vinculante.
Según el Código Civil, un contrato se perfecciona mediante el consentimiento de las partes, el objeto que se establece en el contrato y la causa o motivo por el cual se celebra el contrato. Además, el contrato debe estar libre de vicios, como el error, la violencia o el engaño, para ser considerado perfecto.