La memoria RAM es uno de los componentes más importantes de un ordenador. Es la encargada de almacenar temporalmente la información que necesita el procesador para ejecutar las tareas. Existen varios tipos de RAM, los más comunes son DDR1, DDR2, DDR3 y DDR4. Cada uno de ellos tiene características diferentes y no son compatibles entre sí. Por lo tanto, si intentamos colocar una memoria DDR3 en una ranura DDR2, no funcionará.
Para saber qué tipo de memoria RAM tenemos instalada en nuestro ordenador, podemos utilizar alguna herramienta de diagnóstico, como CPU-Z o Speccy. También podemos abrir la carcasa del ordenador y revisar la etiqueta de la memoria RAM. Si no queremos abrir la carcasa, podemos buscar en la página web del fabricante de nuestro ordenador o placa madre.
La DDR2 fue presentada en el año 2003 como una evolución de la DDR. Esta nueva tecnología ofrecía una mayor velocidad de transferencia y un menor consumo de energía. Fue muy popular en la segunda mitad de la década de 2000, pero fue reemplazada por la DDR3 en el año 2007.
La principal diferencia entre estos tipos de memoria RAM es la velocidad de transferencia y el voltaje de funcionamiento. La DDR1 tiene una velocidad de transferencia de hasta 400 MHz y un voltaje de 2,5 V. La DDR2 tiene una velocidad de transferencia de hasta 800 MHz y un voltaje de 1,8 V. La DDR3 tiene una velocidad de transferencia de hasta 2133 MHz y un voltaje de 1,5 V. La DDR4 tiene una velocidad de transferencia de hasta 4266 MHz y un voltaje de 1,2 V. Además, cada tipo de RAM tiene un número diferente de pines y no son compatibles entre sí.
La elección de una tarjeta de vídeo depende del uso que se le vaya a dar al ordenador. Si queremos un rendimiento básico, podemos optar por una tarjeta de vídeo integrada en la placa madre. Si queremos un rendimiento medio, podemos optar por una tarjeta de vídeo dedicada de gama baja, como la Nvidia GT 710 o la AMD Radeon R5 230. Si queremos un rendimiento alto, debemos actualizar la placa madre y optar por una tarjeta de vídeo dedicada de gama alta, como la Nvidia GTX 1080 o la AMD Radeon RX 580.
Para saber qué procesador es compatible con nuestra placa madre, debemos consultar la página web del fabricante de la placa madre y buscar la sección de compatibilidad de procesadores. También podemos utilizar alguna herramienta de diagnóstico, como CPU-Z o Speccy, para conocer el modelo de nuestra placa madre y buscar en la página web del fabricante. Es importante tener en cuenta que no todos los procesadores son compatibles con todas las placas madre, por lo que debemos asegurarnos de elegir un procesador compatible.
Los procesadores compatibles con el socket LGA 775 son los de las familias Intel Pentium 4, Pentium D, Celeron D, Core 2 Duo y Core 2 Quad. Sin embargo, es importante verificar la compatibilidad del procesador con la placa madre, ya que no todos los modelos son compatibles con todos los procesadores.
Depende de las necesidades del usuario y el uso que le vaya a dar al celular. En general, se recomienda que un buen celular tenga al menos 4GB de RAM para un rendimiento óptimo en aplicaciones y multitarea. Sin embargo, si se va a utilizar para juegos o tareas más exigentes, se podría necesitar una cantidad mayor de RAM.
En general, tener 8GB de RAM es mejor que tener solo 4GB, ya que permitirá que el sistema funcione de manera más fluida y permitirá ejecutar más aplicaciones al mismo tiempo sin comprometer el rendimiento. Sin embargo, esto depende del uso que se le dé al equipo. Si solo se usa para tareas básicas como navegar por internet y enviar correos electrónicos, 4GB pueden ser suficientes. Pero para tareas más exigentes como edición de video o juegos, 8GB o más serían más recomendables.