Primero, intenta reiniciar tu teléfono. A veces, simplemente reiniciar el dispositivo puede solucionar cualquier problema que pueda estar impidiendo que las aplicaciones se abran correctamente.
Si eso no funciona, intenta borrar la caché de la aplicación. Para hacer esto, ve a la configuración de tu teléfono y busca la opción de aplicaciones. Luego, selecciona la aplicación problemática y busca la opción de borrar la caché. Esto puede ayudar a solucionar cualquier problema de almacenamiento en caché que pueda estar impidiendo que la aplicación se abra.
Otra opción es desinstalar y volver a instalar la aplicación. Asegúrate de haber iniciado sesión en tu cuenta para que puedas recuperar tus datos y configuraciones después de reinstalar la aplicación.
Para evitar que las aplicaciones se cierren, asegúrate de que tu teléfono tenga suficiente espacio de almacenamiento y memoria RAM disponibles. También puedes intentar cerrar otras aplicaciones que no estés usando para liberar recursos para la aplicación que estás usando actualmente.
Para mantener una aplicación abierta en Android, asegúrate de que no esté configurada para cerrarse automáticamente. Ve a la configuración de la aplicación y busca la opción de «Cerrar después de usar» o algo similar. Desactiva esta opción para mantener la aplicación abierta.
Finalmente, para mantener aplicaciones en segundo plano, asegúrate de que no estén configuradas para cerrarse automáticamente cuando las minimizas. Ve a la configuración de tu teléfono y busca la opción de «Administración de batería» o algo similar. Asegúrate de que la aplicación esté en la lista blanca y se le permita ejecutarse en segundo plano.
En resumen, si tu teléfono no abre las aplicaciones, intenta reiniciarlo, borrar la caché de la aplicación o desinstalar y volver a instalar la aplicación. Para evitar que las aplicaciones se cierren, asegúrate de que tu teléfono tenga suficiente espacio de almacenamiento y memoria RAM disponibles y cierra otras aplicaciones que no estés usando. Para mantener una aplicación abierta, desactiva la opción de «Cerrar después de usar» y asegúrate de que esté en la lista blanca. Para mantener aplicaciones en segundo plano, asegúrate de que estén permitidas en la configuración de la batería.
Para mantener una aplicación siempre abierta en tu celular, puedes usar la función de «Bloqueo de pantalla» o «Mantener activo en segundo plano» que se encuentra en la configuración de la aplicación. También puedes descargar aplicaciones de terceros que te permiten mantener una aplicación específica siempre abierta. Sin embargo, debes tener en cuenta que mantener una aplicación siempre abierta puede consumir más batería y recursos del dispositivo.
Para tener activa la ventana de un programa siempre, puedes hacer clic derecho en la barra de tareas y seleccionar «Fijar este programa en la barra de tareas». De esta manera, la ventana del programa permanecerá abierta y accesible en la barra de tareas incluso si la minimizas o abres otras aplicaciones.
Para mantener aplicaciones en ejecución con la pantalla apagada en Android, puedes activar la opción de «Ejecución en segundo plano» en la configuración de la batería. Para hacerlo, ve a Configuración > Batería > Optimización de batería > Todas las aplicaciones, y luego selecciona la aplicación que deseas mantener en ejecución y toca «No optimizar». También puedes usar aplicaciones de terceros como «Keep Screen On» o «Stay Awake» para mantener la pantalla encendida mientras la aplicación está en uso.