Por ejemplo, si vamos a volver dentro de una hora, suspender es la mejor opción porque no merece la pena apagar el PC o hibernarlo. Sin embargo, si volvemos mucho más tarde, hibernar es una opción interesante porque usa menos energía y la información se almacena en el disco duro, no el memoria RAM.
A menudo, cuando terminamos de trabajar en nuestro ordenador, nos encontramos con la duda de si es mejor ponerlo en hibernación o suspensión. La respuesta no es sencilla, ya que depende de las necesidades de cada usuario y de los recursos disponibles en su equipo.
Cuando apagamos el ordenador, éste no se apaga completamente, sino que se pone en modo de hibernación. La razón detrás de esto es que, si el equipo se apagase por completo, tardaría más tiempo en arrancar y en cargar todos los programas y archivos necesarios para su funcionamiento. En cambio, en modo de hibernación, el equipo guarda todos los datos en el disco duro y, al encenderlo de nuevo, carga toda esta información directamente en la memoria RAM, lo que acelera el proceso de arranque.
La función Suspender es otra opción que nos permite ahorrar energía al poner nuestro ordenador en un estado de bajo consumo. En este modo, el equipo deja de funcionar temporalmente, pero sigue manteniendo los datos en memoria. Cuando volvemos a activarlo, el ordenador se «despierta» rápidamente y podemos continuar trabajando donde lo dejamos.
Cuando el equipo se suspende, la mayoría de los componentes de hardware, como el procesador y los discos duros, se desconectan para ahorrar energía. Sin embargo, la memoria RAM sigue funcionando para mantener los datos almacenados en ella. Si el equipo se queda sin batería mientras está suspendido, se perderán todos los datos que se encontraban en la memoria RAM.
Dejar el ordenador suspendido toda la noche no es recomendable, ya que consume energía durante todo ese tiempo. Además, si el equipo no dispone de una batería de respaldo, se perderán todos los datos almacenados en la memoria RAM si se agota la batería.
El consumo de energía de un PC en modo de hibernación es muy bajo, ya que la mayoría de los componentes de hardware están apagados. Sin embargo, si el equipo permanece en hibernación durante varios días, puede consumir más energía que si lo apagáramos por completo, ya que el disco duro sigue girando para mantener los datos almacenados.
El consumo de energía de una PC en modo suspensión es muy bajo, generalmente menos de 5 vatios por hora. Esto se debe a que la mayoría de los componentes se apagan o se reducen al mínimo en este modo de ahorro de energía.
La principal diferencia entre suspender y apagar es que al suspender, la computadora se pone en un estado de bajo consumo de energía, pero los programas y documentos abiertos se mantienen en la memoria RAM, mientras que al apagar, la computadora se apaga por completo y todo lo que no se haya guardado se pierde.
Para quitar el modo Hibernar de Windows 10, sigue estos pasos:
1. Abre el menú de inicio y busca «Opciones de Energía».
2. Selecciona «Cambiar la configuración del plan» junto al plan de energía que estás usando.
3. Haz clic en «Cambiar la configuración de energía avanzada».
4. Busca la opción «Hibernar después» y cambia el valor a «Nunca».
5. Haz clic en «Aplicar» y luego en «Aceptar» para guardar los cambios.
Con estos pasos, desactivarás el modo Hibernar en tu computadora con Windows 10.