El frame rate o tasa de fotogramas por segundo (FPS, por sus siglas en inglés) es un término utilizado en el mundo del vídeo y los videojuegos para referirse a la cantidad de imágenes que se muestran por segundo en una pantalla. En otras palabras, se trata de la velocidad a la que las imágenes se actualizan en una pantalla.
Cuando se trata de vídeos, el frame rate se refiere a la cantidad de imágenes que se capturan y se muestran en un segundo. Cuanto mayor sea el FPS, mayor será la fluidez del vídeo y más realista parecerá. Por ejemplo, una película suele tener una tasa de fotogramas de 24 FPS, lo que significa que se muestran 24 imágenes diferentes cada segundo.
En el caso de los videojuegos, el frame rate es aún más importante ya que afecta directamente a la experiencia de juego. Si un juego tiene una tasa de fotogramas baja, la imagen se verá más entrecortada y la jugabilidad será menos fluida. Por esta razón, muchos jugadores apuntan a alcanzar una tasa de fotogramas de al menos 60 FPS para tener una experiencia de juego óptima.
En general, si tienes menos FPS que Hz, no se producirá ningún problema, pero la imagen se verá menos fluida. Por ejemplo, si tienes una pantalla de 60 Hz y un juego que se ejecuta a 30 FPS, la imagen se mostrará cada dos ciclos de la pantalla. Esto puede dar lugar a una sensación de tartamudeo o de falta de fluidez en la imagen.
Una pantalla de 144Hz es capaz de mostrar hasta 144 imágenes por segundo. Por lo tanto, para aprovechar al máximo una pantalla de 144Hz es necesario tener un juego que se ejecute a al menos 144 FPS.
La relación entre FPS y Hz es que FPS se refiere a la cantidad de imágenes que se muestran por segundo, mientras que Hz se refiere a la frecuencia de actualización de la pantalla. En otras palabras, Hz es la cantidad de veces que la pantalla se actualiza por segundo. Si tienes una pantalla de 60 Hz, pero un juego que se ejecuta a 100 FPS, la imagen se mostrará cada 1.6 ciclos de la pantalla. Esto puede dar lugar a una sensación de falta de fluidez en la imagen.
La mayoría de los juegos de PS4 se ejecutan a una tasa de fotogramas de 30 FPS o 60 FPS, aunque algunos juegos pueden tener una tasa de fotogramas más alta.
4K a 60 cps significa que el vídeo se reproduce a una resolución de 4K y a una tasa de fotogramas de 60 FPS. Esto proporciona una imagen muy fluida y realista, pero también requiere una CPU y una GPU muy potentes para poder reproducirlo sin problemas.
Para grabar a 60 FPS debes asegurarte de que la cámara o dispositivo que estás utilizando tenga la capacidad de grabar a esa velocidad. También debes ajustar la configuración de la cámara para que grabe a 60 FPS y asegurarte de tener suficiente espacio de almacenamiento en tu dispositivo de grabación. Además, es recomendable utilizar un trípode o estabilizador para evitar que las imágenes salgan movidas o temblorosas.
Depende del propósito y las especificaciones de la plataforma donde se compartirá el video. Si se quiere una mayor calidad de imagen y se cuenta con los recursos necesarios, grabar en 4K es una buena opción. Sin embargo, si se busca una mayor compatibilidad con dispositivos y una menor demanda de almacenamiento y procesamiento, grabar en HD puede ser más conveniente.
La mejor resolución depende del uso que se le dará al vídeo. Si se quiere mayor calidad de imagen y detalle, lo recomendable es utilizar 1080p. Sin embargo, si se desea un archivo de menor tamaño y menos demanda en la capacidad de almacenamiento, 720p puede ser una buena opción.