- La carpeta temporal.
- El archivo de hibernación.
- La papelera de reciclaje.
- Archivos de programa descargados.
- Los archivos de la carpeta antigua de Windows.
- Carpeta de actualización de Windows.
Si tu computadora con Windows 7 está lenta, puede que el problema sea la falta de espacio en el disco duro. En este caso, una de las soluciones más sencillas es borrar archivos y carpetas que ya no necesites. Pero, ¿cuáles son las carpetas que se pueden borrar sin afectar el funcionamiento del sistema operativo? Aquí te lo explicamos.
La primera carpeta que puedes borrar es la de «Descargas». Esta carpeta suele acumular muchos archivos que ya no son necesarios, como instaladores de programas o archivos temporales de internet. Si no tienes la costumbre de revisar esta carpeta regularmente, es muy probable que encuentres muchos archivos que puedas borrar.
Otra carpeta que puedes borrar es la de «Temp». Esta carpeta contiene archivos temporales que son creados por el sistema operativo y por los programas que usas. Aunque estos archivos son necesarios para que los programas funcionen correctamente, la mayoría de ellos se eliminan automáticamente cuando cierras los programas. Sin embargo, algunos quedan almacenados en la carpeta «Temp» y pueden ocupar mucho espacio en el disco duro.
La carpeta de «Archivos de programa» también puede ser una buena opción para liberar espacio. En esta carpeta se encuentran los programas que tienes instalados en tu computadora. Aunque no es recomendable borrar programas completos desde esta carpeta, puedes revisar algunas subcarpetas para borrar archivos innecesarios, como archivos de caché o de registro.
Por último, la carpeta de «Reciclaje» también puede ser una buena opción para liberar espacio. En esta carpeta se encuentran todos los archivos que has eliminado de tu computadora. Aunque estos archivos no ocupan espacio en el disco duro, sí ocupan espacio en la papelera de reciclaje. Si no has vaciado la papelera de reciclaje en mucho tiempo, es probable que encuentres muchos archivos que ya no necesitas.
Si tienes una computadora con solo 1 GB de RAM, lo más recomendable es instalar la versión de Windows 7 Starter. Esta versión está diseñada especialmente para computadoras de bajo rendimiento y tiene menos funciones que las versiones más avanzadas de Windows 7. Además, requiere menos recursos del sistema, por lo que puede funcionar de manera más fluida en computadoras con poca memoria RAM.
Si tienes una computadora con 2 GB de RAM, puedes optar por la versión de Windows 7 Home Basic o la de Windows 7 Home Premium. Ambas versiones tienen funciones adicionales en comparación con la versión Starter, pero no requieren tantos recursos del sistema como las versiones más avanzadas, como Windows 7 Professional o Ultimate.
Si lo que buscas es un sistema operativo ligero y rápido, puedes optar por la versión de Windows 7 Starter o por la versión de Windows 10 S. Ambas versiones tienen menos funciones que las versiones más avanzadas y requieren menos recursos del sistema, por lo que pueden funcionar de manera más fluida en computadoras de bajo rendimiento.
Si necesitas una versión de Windows 7 para trabajar, lo más recomendable es optar por la versión de Windows 7 Professional. Esta versión tiene funciones adicionales que pueden resultar útiles para el trabajo, como la posibilidad de unir la computadora a un dominio de red o de cifrar archivos y carpetas. Además, esta versión también tiene una mayor capacidad para manejar redes y conectividad, lo que puede ser importante para el trabajo en equipo y la colaboración.
En términos de velocidad y rendimiento, Windows 7 Ultimate es más rápido que Windows 7 Home Premium. Sin embargo, esto también depende de las especificaciones de hardware de la computadora en la que se esté ejecutando el sistema operativo.
La mejor versión de Windows 7 dependerá de las necesidades específicas del usuario. En general, Windows 7 Professional es una opción sólida para usuarios empresariales, mientras que Windows 7 Ultimate ofrece características adicionales para usuarios avanzados y entusiastas de la tecnología.
Para deshabilitar servicios en Windows, debes seguir los siguientes pasos:
1. Haz clic en el botón de inicio y escribe «services.msc» en la barra de búsqueda.
2. Se abrirá la ventana de «Servicios».
3. Busca el servicio que deseas deshabilitar, haz clic derecho sobre él y selecciona «Propiedades».
4. En la ventana de propiedades, selecciona «Deshabilitado» en el menú desplegable de «Tipo de inicio».
5. Haz clic en «Aplicar» y luego en «Aceptar».
Es importante tener en cuenta que algunos servicios son esenciales para el funcionamiento de Windows y deshabilitarlos puede causar problemas en el sistema operativo. Por lo tanto, es recomendable investigar un poco antes de deshabilitar cualquier servicio.