Las pruebas de regresión son un tipo de prueba de software que se utiliza para verificar que un cambio en el código de un programa no ha afectado su funcionalidad previa. En otras palabras, se trata de una verificación de que el software sigue funcionando correctamente después de haber sido modificado. Estas pruebas son importantes para garantizar la calidad del software y evitar errores que puedan afectar su rendimiento.
Las pruebas de regresión se realizan después de haber realizado cambios en el código del software, ya sea para corregir errores o agregar nuevas funcionalidades. Estas pruebas se realizan para asegurarse de que el software sigue funcionando correctamente después de haber sido modificado.
Las herramientas utilizadas para las pruebas de regresión dependen del tipo de prueba que se esté realizando. Algunas herramientas comunes incluyen frameworks de pruebas automatizadas como Selenium y Appium, herramientas de pruebas de carga como JMeter y herramientas de pruebas de seguridad como Burp Suite.
En general, existen dos tipos de pruebas que se utilizan en las pruebas de regresión: pruebas unitarias y pruebas funcionales. Las pruebas unitarias se enfocan en verificar el funcionamiento de pequeñas partes del código, mientras que las pruebas funcionales se enfocan en la verificación de la funcionalidad completa del software.
Las pruebas unitarias se realizan utilizando frameworks de pruebas automatizadas como JUnit y NUnit. Estas pruebas se enfocan en verificar el funcionamiento de pequeñas partes del código, como métodos y clases individuales. Las pruebas unitarias se realizan de forma aislada, utilizando mocks y stubs para simular el comportamiento de otras partes del código.
Las pruebas funcionales se realizan utilizando herramientas de pruebas automatizadas como Selenium y Appium. Estas pruebas se enfocan en verificar la funcionalidad completa del software, incluyendo la interacción del usuario con la interfaz de usuario. Las pruebas funcionales se realizan en un ambiente simulado, utilizando datos de prueba para simular escenarios de uso del software.
En conclusión, las pruebas de regresión son una parte importante del proceso de desarrollo de software. Estas pruebas se realizan para verificar que el software sigue funcionando correctamente después de haber sido modificado. Las herramientas utilizadas para las pruebas de regresión dependen del tipo de prueba que se esté realizando, y existen dos tipos de pruebas que se utilizan en las pruebas de regresión: pruebas unitarias y pruebas funcionales.
Los objetivos principales de las pruebas de regresión son asegurarse de que los cambios realizados en el software no afecten negativamente a las funcionalidades ya existentes y garantizar que el software siga funcionando correctamente después de haber sido modificado. Además, las pruebas de regresión también buscan detectar y corregir errores que puedan surgir durante el proceso de desarrollo del software.
Se deben usar pruebas automatizadas, como las pruebas de regresión, cuando se necesitan ejecutar pruebas repetitivas o cuando se desea ahorrar tiempo y recursos en la realización de pruebas manuales. Además, las pruebas automatizadas son útiles para detectar errores y problemas en el código de forma más rápida y eficiente que las pruebas manuales.
El test de usabilidad mide la facilidad con la que los usuarios pueden utilizar un producto o sistema para lograr sus objetivos de manera efectiva y eficiente.