Las impresoras, a diferencia de las pantallas de ordenador o televisores, no utilizan el modelo de color RGB. El modelo RGB, que significa rojo, verde y azul, es un modelo aditivo de color que se utiliza para la visualización de imágenes digitales en pantallas. Este modelo se basa en la mezcla de luz emitida por los píxeles de la pantalla para crear una imagen. Sin embargo, las impresoras utilizan un modelo diferente de color llamado CMYK.
El modelo CMYK, que significa cian, magenta, amarillo y negro, es un modelo sustractivo de color que se utiliza para la impresión. En este modelo, los colores se crean al sustraer ciertos colores de la luz blanca reflejada por el papel. Por lo tanto, el modelo CMYK es más adecuado para la impresión ya que se adapta mejor a la forma en que el papel refleja la luz.
El modelo RYB, que significa rojo, amarillo y azul, es un modelo de color tradicional que se utilizaba en las artes antes de la invención de la fotografía y la televisión. En este modelo, los colores primarios son el rojo, el amarillo y el azul. Sin embargo, este modelo no es tan preciso como el modelo CMYK para la impresión, ya que no puede reproducir una amplia gama de colores.
En el modelo RYB, el azul es uno de los colores primarios. Sin embargo, en el modelo CMYK, se utiliza el cian en lugar del azul como color primario. Esto se debe a que el cian es un color más puro y brillante que el azul y, por lo tanto, produce una mejor calidad de impresión.
En resumen, las impresoras no utilizan el modelo RGB porque este modelo se basa en la emisión de luz para crear colores, mientras que las impresoras utilizan el modelo CMYK, que se basa en la sustracción de colores de la luz reflejada por el papel. Además, el modelo CMYK es más preciso para la impresión y utiliza el cian en lugar del azul como color primario para obtener una mejor calidad de impresión.
En una imprenta se utilizan principalmente cuatro tipos de pigmentos: cian, magenta, amarillo y negro (conocidos como CMYK por sus siglas en inglés). Estos pigmentos se combinan en diferentes proporciones para crear una amplia gama de colores. A diferencia de las impresoras de uso doméstico, las impresoras de una imprenta no usan el modelo de color RGB.
La paleta de colores CMYK para imprimir es cian, magenta, amarillo y negro (key, en inglés).
Si mandas a imprimir en RGB, es posible que los colores de la impresión no sean los mismos que los que aparecen en la pantalla, ya que las impresoras utilizan el modelo de color CMYK. Además, es probable que algunos colores no se puedan imprimir correctamente en la impresora si se envían en formato RGB. Por lo tanto, es recomendable convertir las imágenes al formato CMYK antes de enviarlas a imprimir para asegurarse de que los colores sean precisos y se puedan imprimir correctamente.