- Todos los datos se representan en forma de tablas (también llamadas “relaciones”, ver nota anterior).
- Las tablas están compuestas por filas (o registros) y columnas (o campos) que almacenan cada uno de los registros (la información sobre una entidad concreta, considerados una unidad).
El modelo relacional es un tipo de modelo de datos utilizado para organizar y estructurar información en una base de datos. Este modelo se basa en el uso de tablas o relaciones para almacenar los datos, donde cada tabla representa una entidad y cada columna de la tabla representa una característica o atributo de dicha entidad.
Las bases de datos relacionales se caracterizan por tener una estructura rigurosa y bien definida, lo que les permite garantizar la integridad y consistencia de los datos almacenados. Además, este tipo de bases de datos permiten el uso de consultas complejas para recuperar y manipular los datos de manera eficiente.
A diferencia de las bases de datos relacionales, existen también bases de datos no relacionales, también conocidas como NoSQL. Estas bases de datos se caracterizan por tener una estructura más flexible y dinámica, lo que las hace adecuadas para almacenar grandes volúmenes de datos no estructurados o semiestructurados. Algunos ejemplos de bases de datos NoSQL incluyen MongoDB, Cassandra y Redis.
La estructura de una base de datos relacional está formada por diversas tablas que se relacionan entre sí mediante llaves primarias y llaves foráneas. Las tablas se organizan de tal manera que cada una representa una entidad del mundo real, como clientes, productos o pedidos, y cada columna de la tabla representa un atributo de dicha entidad, como el nombre, la edad o el precio.
Los objetos de una base de datos relacional incluyen no solo las tablas, sino también otros elementos como índices, restricciones y vistas. Los índices permiten acelerar las consultas a la base de datos al permitir la recuperación de datos de manera más eficiente. Las restricciones, por su parte, garantizan la integridad y consistencia de los datos almacenados al limitar los valores que pueden ser ingresados en una tabla. Las vistas, finalmente, son consultas predefinidas que permiten recuperar datos de manera más sencilla y eficiente.
En conclusión, el modelo relacional es una herramienta fundamental para el almacenamiento y gestión de datos en una base de datos. Este modelo se basa en el uso de tablas y relaciones para organizar los datos de manera rigurosa y eficiente, lo que permite garantizar la integridad y consistencia de los mismos. Además, existen también bases de datos NoSQL que presentan una estructura más flexible y dinámica, adecuada para almacenar grandes volúmenes de datos no estructurados o semiestructurados.
En MySQL, dos tablas se relacionan a través de una clave primaria en una tabla y una clave foránea en la otra tabla. La clave primaria es un campo único que identifica de manera única cada fila en la tabla, mientras que la clave foránea es un campo en otra tabla que se relaciona con la clave primaria de la primera tabla. Para establecer la relación, se utiliza la sentencia «JOIN» en una consulta SQL que une las dos tablas mediante las claves primarias y foráneas correspondientes.
La función de una tabla en una base de datos es almacenar y organizar los datos de manera estructurada y relacionada. Cada tabla está compuesta por columnas que representan los diferentes atributos o características de los datos, y por filas que contienen los valores específicos de cada atributo para cada registro o entidad en la base de datos. La tabla es una de las estructuras fundamentales del modelo relacional y permite realizar consultas y conexiones entre los datos de diferentes tablas mediante claves primarias y foráneas.
Los principales modelos de datos en las bases de datos son el modelo relacional, el modelo jerárquico, el modelo de red y el modelo orientado a objetos.