Las ventanas redondas de los aviones se llaman «ventanas ovales». Estas ventanas son típicas de los aviones modernos y están diseñadas para soportar la presión del aire que se produce durante el vuelo. Aunque estas ventanas son más pequeñas que las ventanas de las casas, proporcionan una vista espectacular del cielo y las nubes.
Los trabajadores de los aviones se llaman «tripulación». La tripulación está compuesta por el piloto, el copiloto, los asistentes de vuelo y el personal de tierra. Cada miembro de la tripulación tiene un papel importante en el vuelo y trabaja en equipo para garantizar la seguridad y comodidad de los pasajeros.
El piloto es la persona que conduce el avión. Él o ella es responsable de la seguridad del vuelo y trabaja en estrecha colaboración con el copiloto para garantizar un vuelo sin problemas. El piloto también se comunica con la torre de control y sigue las rutas establecidas para llegar al destino.
La tripulación de un avión está compuesta por los asistentes de vuelo, quienes son responsables de la seguridad y comodidad de los pasajeros durante el vuelo. Ellos o ellas ofrecen bebidas y comidas, proporcionan mantas y almohadas, y están disponibles para ayudar a los pasajeros en caso de emergencia.
Las ventanas ovales de los aviones son más pequeñas que las ventanas de las casas. Estas ventanas miden alrededor de 25 por 28 centímetros. A pesar de su tamaño reducido, estas ventanas ofrecen una vista impresionante del cielo y las nubes, y permiten a los pasajeros disfrutar del paisaje durante el vuelo.
Si la cabina de un avión se despresuriza durante el vuelo, puede ser peligroso para los pasajeros y la tripulación. La despresurización puede provocar una pérdida de oxígeno y una disminución de la presión, lo que puede afectar la capacidad de los pasajeros y la tripulación para respirar. En caso de despresurización, los pasajeros deben seguir las instrucciones de la tripulación y usar las máscaras de oxígeno que se encuentran en el compartimento superior. La tripulación está capacitada para manejar estas situaciones y tomará las medidas necesarias para garantizar la seguridad de todos a bordo.
Si se abriera la puerta de un avión en pleno vuelo, la presión del aire dentro de la cabina disminuiría rápidamente, lo que provocaría una situación peligrosa para los pasajeros y la tripulación. Los objetos y las personas podrían ser succionados hacia afuera de la cabina debido a la diferencia de presión, lo que podría provocar lesiones graves o incluso la muerte. Por esta razón, las puertas de los aviones están diseñadas para ser seguras y difíciles de abrir en vuelo.
La razón principal por la que no se puede abrir la puerta de un avión en pleno vuelo es debido a la presión atmosférica que se produce en el interior de la cabina. Al estar volando a una gran altitud, la presión en el exterior es mucho menor que en el interior de la aeronave, lo que hace que cualquier abertura de la puerta provoque una salida brusca del aire y podría poner en riesgo la seguridad de los pasajeros y la tripulación. Además, las puertas están diseñadas con mecanismos de seguridad que impiden que se abran en pleno vuelo.
Las salidas de emergencia de un avión son las puertas y las ventanas de emergencia. Las puertas están ubicadas en la parte delantera, central y trasera del avión, mientras que las ventanas de emergencia se encuentran a lo largo de los lados del avión y suelen ser más grandes que las ventanas normales.