Linux es uno de los sistemas operativos más populares del mundo, gracias a su libertad, flexibilidad y seguridad. Aunque la instalación de Linux puede parecer intimidante para los principiantes, en realidad es un proceso bastante sencillo. En este artículo, vamos a analizar las particiones que hay que hacer para instalar Linux, así como otras preguntas relacionadas.
Antes de empezar, es importante saber que Linux necesita al menos una partición para funcionar: la partición raíz (/). Esta partición es donde se instalará el sistema operativo y todos los programas. Sin embargo, también es recomendable hacer otras particiones para separar los datos de usuario, como la partición home (/home) y la partición swap (espacio de intercambio).
La partición home es donde se guardarán todos los archivos personales del usuario, como documentos, música, fotos, etc. Separar esta partición de la partición raíz es una buena práctica, ya que permite reinstalar el sistema operativo sin perder los datos personales. Por otro lado, la partición swap es un espacio de memoria virtual que se utiliza cuando el sistema operativo necesita más memoria RAM de la que tiene disponible. Es importante destacar que la partición swap no es obligatoria, pero es recomendable tenerla en sistemas con poca memoria RAM.
En cuanto a Secure Boot Linux, es una función de seguridad que impide que se inicien sistemas operativos no autorizados en el equipo. Para instalar Linux en un equipo con Secure Boot, es necesario desactivar esta función en la BIOS o UEFI del equipo. En algunos casos, también es necesario activar la opción Legacy Boot.
Para instalar Ubuntu GPT, es necesario asegurarse de que el equipo tiene una tabla de particiones GPT en lugar de MBR (Master Boot Record). La mayoría de los equipos modernos tienen una tabla de particiones GPT, pero si no es el caso, se puede convertir la tabla de particiones MBR a GPT con herramientas como GParted. La instalación de Ubuntu en una tabla de particiones GPT es similar a la instalación en una tabla de particiones MBR, pero es importante asegurarse de que el cargador de arranque se instale en la partición EFI.
Para instalar Ubuntu desde un pendrive, es necesario descargar la imagen ISO de Ubuntu y crear un pendrive de arranque. Se puede hacer esto con herramientas como Rufus o UNetbootin. Una vez creado el pendrive de arranque, es necesario configurar la BIOS o UEFI del equipo para que arranque desde el pendrive en lugar del disco duro. La instalación de Ubuntu desde un pendrive es similar a la instalación desde un disco duro.
Por último, es importante destacar dónde instalar el cargador de arranque de Ubuntu. El cargador de arranque se instala en la partición EFI en sistemas con tabla de particiones GPT, y en el MBR en sistemas con tabla de particiones MBR. Si se tiene un sistema dual-boot con Windows, es recomendable instalar el cargador de arranque en la misma partición EFI que Windows para evitar problemas de compatibilidad.
En conclusión, la instalación de Linux puede parecer intimidante, pero en realidad es un proceso sencillo si se siguen los pasos correctos. Es importante hacer las particiones adecuadas para separar los datos de usuario y tener suficiente espacio de memoria virtual. Además, es necesario desactivar Secure Boot Linux en la BIOS o UEFI del equipo, y asegurarse de instalar el cargador de arranque en la partición adecuada. Con estos consejos, cualquier persona puede instalar Linux en su equipo.
Para bootear un USB en una computadora cuya BIOS no lo soporta, es posible utilizar un software de terceros como Plop Boot Manager o Rufus. Estos programas permiten crear un disco de arranque que puede ser utilizado para iniciar el sistema desde el USB. También es importante asegurarse de que la opción de arranque desde USB esté habilitada en la configuración de la BIOS.
Para configurar la BIOS y arrancar desde USB, primero debes acceder a la configuración de la BIOS durante el inicio del equipo presionando la tecla correspondiente (generalmente F2, F10 o Supr). Luego, busca la opción de «Boot» o «Arranque» y selecciona la opción de arrancar desde un dispositivo USB. Asegúrate de guardar los cambios antes de salir de la configuración de la BIOS.
Para configurar el UEFI en una instalación de Linux, debes acceder a la configuración de la BIOS de tu equipo y buscar la opción de UEFI. En esta sección, debes habilitar el modo UEFI y deshabilitar el modo de compatibilidad heredada. Luego, puedes guardar los cambios y reiniciar el equipo para que tome efecto la configuración. Es importante tener en cuenta que el proceso puede variar dependiendo del modelo de tu equipo y la distribución de Linux que estés instalando.