El carbón mineral es una fuente de energía común en todo el mundo. Es un combustible fósil que se formó a partir de la materia orgánica comprimida en la tierra hace millones de años. Hoy en día, el carbón se utiliza en la generación de energía, la producción de acero, la fabricación de cemento y muchos otros usos industriales.
La calidad del carbón mineral varía según su contenido de carbono y su humedad. Los diferentes tipos de carbón mineral incluyen antracita, bituminoso y lignito. El mejor carbón mineral es antracita, que es el más duro y tiene el contenido de carbono más alto. Aunque es el más caro de los tres tipos, también es el más eficiente en términos de producción de energía.
El átomo de carbono tiene cuatro propiedades principales. Primero, tiene una capacidad única para formar enlaces químicos con otros átomos, lo que le permite formar una gran variedad de compuestos. Segundo, tiene una capacidad para formar compuestos de cadena larga, como los hidrocarburos. Tercero, tiene una capacidad para formar enlaces dobles y triples, lo que le permite formar compuestos insaturados. Cuarto, tiene una capacidad para formar estructuras tridimensionales complejas, como los compuestos de carbono quirales.
El carbono se utiliza en la vida cotidiana en una variedad de formas. El grafito y el diamante son formas de carbono que se utilizan en la fabricación de lápices y joyas, respectivamente. El carbón vegetal se utiliza en las barbacoas y el carbón activado se utiliza en la purificación de agua y aire. También se utiliza en la industria alimentaria como aditivo alimentario.
El carbono amorfo tiene una variedad de usos principales. Se utiliza en la fabricación de neumáticos, tintas y pigmentos. También se utiliza en la producción de electrodos y baterías, y en la fabricación de materiales compuestos.
En mi hogar, utilizo carbón vegetal para hacer barbacoas en el jardín. También tengo algunos filtros de carbón activado en mi purificador de agua para asegurarme de que el agua esté limpia y segura para beber.
El carbón y el petróleo se formaron a partir de la materia orgánica comprimida en la tierra hace millones de años. Los restos de plantas y animales muertos se convirtieron en sedimentos y se enterraron bajo la tierra. Con el tiempo, la presión y el calor transformaron estos sedimentos en carbón y petróleo. El carbón se formó en lugares donde había mucha vegetación y poca actividad microbiana, mientras que el petróleo se formó en lugares donde había mucha actividad microbiana y poco oxígeno.
El carbón vegetal se produce a partir de la carbonización de la madera o de otros materiales vegetales en ausencia de oxígeno, en un proceso conocido como pirolisis. Durante este proceso, se eliminan los componentes volátiles de la madera y se concentran los elementos carbonosos, lo que da lugar a la formación del carbón vegetal.
El carbón se forma a partir de la descomposición de materia orgánica en ambientes con bajo nivel de oxígeno y alta presión durante millones de años. El petróleo y el gas natural se forman a partir de restos de seres vivos que se acumulan en sedimentos y son sometidos a altas temperaturas y presiones durante millones de años.
El carbono se encuentra en la naturaleza en diversas formas, aunque principalmente se encuentra en la corteza terrestre en forma de carbón mineral. También se encuentra en los océanos, la atmósfera y en todos los seres vivos como componente esencial de las moléculas orgánicas.