Es una dirección lógica de 4 bytes o 32 bits cada uno de ellos separados por un punto, con la que se identifica unívocamente a un equipo o host en una red. Estamos ante una cadena de hasta 8 términos separados mediante los dos puntos en donde cada uno puede representar 128 bits.
El direccionamiento lógico IP es un sistema utilizado para identificar y localizar dispositivos en una red. Está basado en la dirección IP, que es una serie de números que se asigna a cada dispositivo en una red. El formato del direccionamiento lógico IP es crucial para el correcto funcionamiento de la red, ya que permite a los dispositivos comunicarse entre sí de manera eficiente.
Para realizar un esquema de direccionamiento, es necesario tener en cuenta varios elementos, como el número de dispositivos en la red, el número de subredes necesarias, la dirección de la red y la dirección de broadcast. Una vez que se han definido estos elementos, se puede crear un esquema de direccionamiento que permita a cada dispositivo de la red tener una dirección IP única y accesible.
La dirección IP se crea mediante un algoritmo que utiliza la dirección física del dispositivo y otros parámetros para generar una dirección única. La dirección IP se divide en dos tipos: IPv4 e IPv6. IPv4 utiliza una dirección de 32 bits y puede representarse en forma decimal separada por puntos, mientras que IPv6 utiliza una dirección de 128 bits y se representa en forma hexadecimal.
El direccionamiento IP es el proceso de asignar direcciones IP a los dispositivos en una red. Este proceso es esencial para el correcto funcionamiento de la red, ya que permite a los dispositivos comunicarse entre sí de manera eficiente. El direccionamiento IP funciona mediante el uso de un protocolo de red que se encarga de asignar y controlar las direcciones IP.
En los protocolos IPv4, las direcciones IP se representan en forma decimal separada por puntos. La dirección se divide en cuatro octetos, cada uno con un rango de 0 a 255. Por ejemplo, una dirección IP típica podría ser 192.168.1.1. Cada octeto representa una parte de la dirección IP, siendo el primer octeto la dirección de red y el último octeto la dirección de host.
En resumen, el formato del direccionamiento lógico IP es crucial para el correcto funcionamiento de una red. La dirección IP se crea mediante un algoritmo y se divide en dos tipos: IPv4 e IPv6. El direccionamiento IP es el proceso de asignar direcciones IP a los dispositivos en una red y funciona mediante el uso de un protocolo de red. En los protocolos IPv4, las direcciones IP se representan en forma decimal separada por puntos y se dividen en cuatro octetos.
En los protocolos IPv4 e IPv6, las direcciones IP se representan en formato numérico, en el caso de IPv4, se compone de cuatro números decimales separados por puntos, mientras que en IPv6, la dirección está compuesta de ocho grupos de cuatro caracteres hexadecimales separados por dos puntos.
El formato de una dirección IPv6 consta de 128 bits divididos en 8 grupos de 16 bits cada uno, separados por dos puntos (:). Cada grupo se representa en notación hexadecimal y se puede abreviar si contiene ceros consecutivos, reemplazándolos por «::», pero solo una vez en la dirección. Por ejemplo, una dirección IPv6 completa sería: 2001:0db8:85a3:0000:0000:8a2e:0370:7334, mientras que se puede abreviar como: 2001:db8:85a3::8a2e:370:7334.
Para hacer una subred, se deben tomar prestados bits de la dirección IP y asignarlos a la porción de la red y a la porción de host. Luego, se debe determinar la máscara de subred correcta y asignar las direcciones IP a cada host en la subred.