El CGI, o imágenes generadas por computadora, es una técnica utilizada en el cine y otros medios audiovisuales para crear efectos especiales y escenas que serían difíciles o imposibles de filmar en la vida real. El CGI se utiliza para crear personajes, animales, objetos y escenarios que no existen en la vida real, así como para añadir efectos especiales como explosiones, fuego y lluvia.
Para saber si una imagen es CGI, es necesario fijarse en la calidad de la imagen y en los detalles. Las imágenes CGI suelen tener una calidad de imagen muy alta y no presentan imperfecciones como arrugas o manchas. Además, los movimientos de los personajes y objetos pueden parecer exagerados o poco naturales, lo que también puede indicar que se trata de una imagen generada por computadora.
Para crear imágenes CGI, se necesita un equipo de profesionales especializados en animación y diseño. El proceso de creación comienza con un guión o storyboard que describe la escena que se quiere crear. A continuación, se crean los modelos 3D de los personajes y objetos, que se animan para darles vida y movimiento. Finalmente, se añaden los efectos especiales y se renderiza la imagen para que tenga la calidad y el aspecto deseado.
El CGI no es una técnica nueva, pero ha evolucionado mucho desde sus inicios. La primera película en utilizar el CGI fue «Westworld» en 1973, pero fue en la década de los 90 cuando se popularizó gracias a películas como «Terminator 2» y «Jurassic Park». Desde entonces, el CGI se ha convertido en una herramienta imprescindible en la industria cinematográfica, y se utiliza en casi todas las películas de acción y ciencia ficción.
La velocidad de procesamiento de una computadora es un factor clave en el rendimiento del CGI. Para medir la velocidad de procesamiento, se utilizan pruebas de rendimiento como el benchmarking. Estas pruebas miden la velocidad de procesamiento de una computadora en diferentes tareas, como la renderización de imágenes o la edición de vídeo. Con una computadora más rápida, se pueden crear imágenes CGI más complejas y detalladas en menos tiempo, lo que permite a los profesionales de la animación ser más creativos y eficientes en su trabajo.
La animación 3D funciona mediante la creación de modelos tridimensionales en un software especializado, que luego son animados mediante la manipulación de sus propiedades y movimientos. Estos modelos pueden ser texturizados y se les pueden agregar efectos visuales para crear escenas realistas y detalladas. Finalmente, se renderiza la animación para producir una secuencia de imágenes en movimiento que conforman la animación 3D.
Los principales efectos visuales en la industria cinematográfica son: la creación de mundos virtuales, la animación de personajes y criaturas, la simulación de fenómenos naturales como el agua y el fuego, la composición de imágenes y la eliminación de objetos no deseados en la escena.
Para saber si una imagen es real o virtual en el cine, generalmente se utiliza el término «CGI» o «efectos visuales generados por computadora». Si una imagen está hecha completamente por CGI, entonces es virtual. Sin embargo, si una imagen es una combinación de imágenes reales y CGI, puede ser difícil distinguir entre lo real y lo virtual. En estos casos, se utilizan técnicas avanzadas de integración de efectos visuales para que la imagen parezca lo más realista posible.