El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), conocido también como GDPR por sus siglas en inglés, es una normativa europea que regula la protección de datos personales de los ciudadanos y ciudadanas de la Unión Europea. Esta norma entró en vigor en mayo de 2018 y es aplicable a todas las organizaciones que procesan datos personales de los ciudadanos europeos, independientemente de su ubicación geográfica.
El RGPD se aplica a cualquier tratamiento de datos personales, ya sea en formato digital o en papel, que se realice en el contexto de una actividad comercial o profesional. Esto incluye, por ejemplo, la recopilación y almacenamiento de información personal de clientes, proveedores o empleados.
Sin embargo, hay algunas excepciones en las que el RGPD no se aplica. En primer lugar, el tratamiento de datos personales realizado por particulares para fines exclusivamente personales o domésticos está excluido de la normativa. En segundo lugar, las actividades de tratamiento de datos realizadas por las autoridades públicas para fines de seguridad nacional o aplicaciones judiciales también quedan excluidas.
En cuanto a la necesidad de redactar un acuerdo de tratamiento de datos, es importante tener en cuenta que cualquier organización que procese datos personales en nombre de otra organización (por ejemplo, un proveedor de servicios en la nube que almacena datos de una empresa) debe tener un acuerdo de tratamiento de datos en vigor. Este acuerdo establece las obligaciones y responsabilidades de ambas partes en relación con el tratamiento de los datos personales.
Para explicar qué son los datos personales a los niños, podemos utilizar un ejemplo sencillo: los datos personales son como los secretos que tenemos y que no queremos que nadie conozca. Estos secretos pueden incluir nuestro nombre, nuestra dirección, nuestro número de teléfono, nuestra edad o cualquier otra información que nos identifique. Es importante proteger estos secretos y no compartirlos con personas desconocidas o que no tengamos confianza.
Protegerse de los peligros implica tomar medidas para evitar que nuestros datos personales sean robados o utilizados de forma indebida. Algunas medidas que podemos tomar son utilizar contraseñas seguras, no compartir información personal en redes sociales y no abrir correos electrónicos sospechosos.
Por último, es importante mencionar que hay algunos tipos de datos que no entran dentro del ámbito de aplicación material del RGPD. Estos incluyen, por ejemplo, los datos anónimos (que no permiten identificar a una persona), los datos de fallecidos y los datos utilizados exclusivamente para fines estadísticos o de investigación científica.
El objetivo de la LOPDGDD (Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales) es garantizar y proteger los derechos fundamentales de las personas físicas en relación al tratamiento de sus datos personales, así como regular las obligaciones y responsabilidades de los responsables y encargados del tratamiento de datos. Esta ley es aplicable en España y está en consonancia con el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea.
Cualquier organización o empresa que procese datos personales en la Unión Europea está obligada a realizar el registro de actividades de tratamiento, de acuerdo con el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR).
Un encargado del tratamiento es una persona física o jurídica que procesa datos personales en nombre del responsable del tratamiento. Su función principal es garantizar que los datos sean procesados de acuerdo con las leyes y regulaciones de protección de datos, y tomar medidas de seguridad adecuadas para proteger la privacidad y seguridad de los datos personales.