A menudo, los términos «auriculares» y «audífonos» se usan indistintamente para referirse a dispositivos que se colocan en los oídos. Sin embargo, hay diferencias importantes entre ambos, así como también similitudes. En este artículo, exploraremos estas diferencias y similitudes, así como también algunas preguntas comunes sobre audífonos.
Un audífono es un dispositivo que amplifica el sonido para personas con pérdida auditiva. Los audífonos modernos son pequeños y discretos, y se colocan en el oído o detrás de él. Funcionan mediante un micrófono que recoge el sonido del entorno, un amplificador que aumenta la intensidad del sonido y un altavoz que lo envía al oído del usuario.
Los auriculares, por otro lado, se utilizan principalmente para escuchar música o audio desde un dispositivo como un teléfono inteligente, una computadora o un reproductor de música. Los auriculares tienen un micrófono incorporado que permite al usuario hacer y recibir llamadas telefónicas, así como también controlar la reproducción de audio.
Los auriculares modernos se remontan a la década de 1910, cuando Nathaniel Baldwin comenzó a producir auriculares a mano en su hogar en Utah. Estos auriculares se utilizaron principalmente en la radio, y fueron adoptados por el ejército estadounidense durante la Primera Guerra Mundial.
El primer auricular se creó en 1895 por el inventor británico Sir Oliver Lodge. Este auricular se utilizó para escuchar señales de radio de larga distancia, y fue un precursor de los auriculares modernos.
Los aparatos auditivos para sordos funcionan mediante la amplificación del sonido. Los sonidos se recogen a través de un micrófono, se amplifican y se envían al oído del usuario a través de un altavoz. Los audífonos modernos también pueden tener características adicionales, como la capacidad de ajustar la amplificación para diferentes frecuencias de sonido y la capacidad de reducir el ruido de fondo.
En resumen, mientras que los auriculares se utilizan para escuchar audio desde un dispositivo, los audífonos se utilizan para amplificar el sonido para personas con pérdida auditiva. Ambos dispositivos tienen similitudes en su diseño y funcionamiento, pero tienen diferentes funciones y propósitos. Además, los auriculares modernos tienen su origen en la radio y fueron inventados a principios del siglo XX, mientras que los audífonos modernos para sordos han evolucionado a lo largo del siglo XX para ayudar a las personas con pérdida auditiva a escuchar mejor.
Los audífonos que no dañan el oído son aquellos que tienen un volumen máximo limitado a 85 decibeles y que se ajustan correctamente al canal auditivo para evitar la exposición a niveles de sonido demasiado altos. Es recomendable elegir audífonos con certificación de seguridad auditiva, como los que llevan el logotipo de la Unión Europea CE o el logotipo de la Asociación de Tecnología de Consumo (CTA, por sus siglas en inglés). Además, es importante utilizarlos con moderación y tomar descansos regulares para evitar la fatiga auditiva.
Los audífonos modernos utilizan tecnología digital para procesar el sonido y ajustarlo a las necesidades auditivas individuales del usuario. Están equipados con micrófonos que captan el sonido del entorno y lo convierten en una señal eléctrica que se procesa y amplifica para ser transmitida al oído interno a través de un altavoz. Algunos modelos también cuentan con características adicionales como cancelación de ruido y conectividad inalámbrica.
Los audífonos inalámbricos funcionan mediante tecnología Bluetooth, que permite la transmisión de audio de forma inalámbrica desde un dispositivo como un teléfono inteligente o una tableta. Los audífonos inalámbricos tienen un receptor Bluetooth que recibe la señal de audio y un amplificador que amplifica la señal. El sonido se transmite a través de pequeños altavoces que se colocan en el oído y que producen el sonido directamente en el canal auditivo.