La BIOS (Basic Input/Output System) y UEFI (Unified Extensible Firmware Interface) son dos sistemas que se encargan de la inicialización del hardware de un ordenador. Aunque ambos cumplen el mismo propósito, hay diferencias significativas entre ellos.
El modo UEFI es una característica que permite a los sistemas operativos modernos, como Windows 10, iniciar más rápido que en el modo BIOS. En el modo UEFI, se utiliza una partición de sistema EFI (Extensible Firmware Interface) que contiene un cargador de arranque. Esta partición también puede contener herramientas de diagnóstico y recuperación del sistema.
UEFI y MBR (Master Boot Record) son dos métodos diferentes que se utilizan para inicializar los discos duros. MBR es el método más antiguo y ha sido utilizado desde los primeros días de los ordenadores. Sin embargo, tiene limitaciones y no puede reconocer discos duros que son mayores de 2 TB. UEFI utiliza GPT (GUID Partition Table) en lugar de MBR y puede reconocer discos duros de cualquier tamaño.
Una de las principales ventajas de utilizar UEFI es que puede iniciar el sistema operativo más rápido que BIOS. También tiene una interfaz más amigable para el usuario y puede utilizar un ratón y un teclado USB sin necesidad de cargar controladores adicionales. Además, UEFI tiene características de seguridad avanzadas, como Secure Boot, que protege al sistema operativo de malware y otros ataques.
Sin embargo, también hay desventajas en el uso de UEFI. Algunos sistemas operativos más antiguos, como Windows XP, no son compatibles con UEFI. Además, algunas tarjetas gráficas y controladores de dispositivos pueden no funcionar correctamente con UEFI. Por último, el proceso de instalación de UEFI puede ser más complicado que el de BIOS.
En conclusión, tanto BIOS como UEFI son sistemas importantes para la inicialización del hardware de un ordenador. Aunque UEFI tiene ventajas significativas sobre BIOS, también tiene algunas desventajas que deben tenerse en cuenta al decidir qué sistema utilizar.