La tasa de fotogramas por segundo (FPS por sus siglas en inglés) es un factor importante en la calidad de la imagen de un videojuego o video. Cuanto mayor sea la tasa de fotogramas, más fluidas serán las imágenes. Pero, ¿qué es mejor, 90 FPS o 120 FPS? En este artículo, analizaremos las ventajas y desventajas de ambas opciones.
Para empezar, hay que tener en cuenta que el ojo humano no puede percibir una diferencia significativa entre 90 y 120 FPS. Ambas tasas de fotogramas son consideradas de alta calidad y ofrecen una experiencia de juego o visualización de video fluida. Sin embargo, hay diferencias en cuanto a la capacidad de procesamiento y la calidad de imagen.
En general, 120 FPS requiere una mayor capacidad de procesamiento que 90 FPS. Esto significa que para obtener una tasa de fotogramas más alta, se necesitará una tarjeta gráfica más potente. Si no se tiene una tarjeta gráfica de alta calidad, es posible que no se pueda aprovechar al máximo la tasa de fotogramas de 120 FPS, lo que resultará en una imagen menos fluida.
Otra cosa a tener en cuenta es que, aunque el ojo humano no perciba una gran diferencia entre 90 y 120 FPS, sí puede haber una pequeña mejora en la calidad de imagen. Con una tasa de fotogramas más alta, es menos probable que se produzcan imágenes borrosas o entrecortadas, lo que resulta en una experiencia de juego o visualización más agradable.
En cuanto a las otras preguntas, 25 FPS es una tasa de fotogramas común en la transmisión de televisión y en algunos videos en línea. Para YouTube, se recomienda una tasa de fotogramas de al menos 30 FPS, pero se pueden subir videos con tasas de hasta 60 FPS.
Para grabar un vídeo a 60 FPS, se necesita una cámara que lo permita y un software de edición de video que sea compatible con esa tasa de fotogramas. Asegúrate de que la tarjeta de memoria de la cámara y el espacio de almacenamiento en la computadora sean suficientes para manejar archivos de video de alta calidad.
En cuanto a los FPS bajos, esto puede resultar en imágenes entrecortadas o borrosas, lo que puede dificultar la visualización o jugar un videojuego. Es importante asegurarse de que el hardware y el software sean lo suficientemente potentes para manejar la tasa de fotogramas deseada y evitar problemas de rendimiento.
La tasa de fotogramas de 60 Hz es equivalente a 60 FPS.
Para jugar a 120 FPS, necesitas un monitor con una frecuencia de actualización de al menos 120 Hz.
El HDMI 2.0 soporta una frecuencia de actualización de hasta 144Hz en resoluciones de 1080p y 1440p. También es compatible con 120Hz en resoluciones de 4K.