El crippleware es un tipo de software que ofrece una versión gratuita con ciertas limitaciones, mientras que para acceder a todas las funcionalidades es necesaria la adquisición de una licencia. Esta práctica, también conocida como shareware, se popularizó en los años 80 y 90, y es utilizada por muchos desarrolladores de software para atraer a nuevos clientes.
A diferencia del freeware, que es completamente gratuito, el crippleware ofrece una versión limitada del software que puede ser utilizada de forma indefinida. Sin embargo, es común que estas versiones limitadas tengan funciones desactivadas o restricciones en el tiempo de uso. Esto tiene como objetivo incentivar la compra de la versión completa del software.
El shareware, por su parte, es un modelo de distribución de software que permite a los usuarios probar el software antes de comprarlo. Los desarrolladores utilizan esta estrategia para dar a conocer su producto y aumentar su base de clientes. Generalmente, el software shareware tiene un período de prueba de 30 días, después del cual es necesario adquirir una licencia para seguir utilizándolo.
En contraposición al freeware y al shareware, encontramos el software propietario, que es aquel que no permite la redistribución ni la modificación del código fuente. Este tipo de software es utilizado principalmente por empresas que buscan proteger su propiedad intelectual y obtener beneficios económicos a través de la venta de licencias.
Las características del software shareware incluyen la posibilidad de probar el software antes de adquirirlo, la existencia de una versión gratuita o limitada, y la disponibilidad de una licencia de pago para acceder a todas las funcionalidades. Además, el software shareware suele ser más económico que el software propietario, lo que lo convierte en una opción atractiva para usuarios individuales y pequeñas empresas.
En cuanto al alcance de la licencia shareware, este suele estar limitado a un solo usuario o a un número determinado de equipos. Además, la licencia puede tener una duración limitada, después de la cual es necesario adquirir una nueva licencia para seguir utilizando el software.
En conclusión, el crippleware es un modelo de distribución de software que permite a los usuarios probar una versión limitada del software antes de adquirir una licencia. Este modelo ha sido utilizado durante décadas por desarrolladores de software para atraer a nuevos clientes y dar a conocer sus productos. Aunque ha sido criticado por algunos usuarios por sus limitaciones, el crippleware sigue siendo una opción popular entre desarrolladores y usuarios de todo el mundo.
El software libre es aquel que permite a los usuarios acceder, modificar y distribuir su código fuente de forma libre y gratuita. En cambio, el software propietario es aquel que pertenece a una empresa o individuo y no permite el acceso ni modificación de su código fuente.
El software libre es aquel que se distribuye con una licencia que permite a los usuarios utilizar, modificar y distribuir el código fuente del programa sin restricciones. Por otro lado, el software propietario es aquel que es propiedad de una empresa y cuyo código fuente no está disponible públicamente. Los usuarios solo pueden utilizar el software de acuerdo con los términos de la licencia de uso impuesta por la empresa propietaria.
El software propietario es aquel cuyo código fuente es propiedad exclusiva de la empresa que lo ha desarrollado, por lo que no puede ser modificado ni redistribuido por terceros sin su consentimiento. Entre sus ventajas se encuentran la garantía de calidad y soporte por parte del desarrollador, así como la protección de su propiedad intelectual. Sin embargo, entre sus desventajas se incluyen la falta de transparencia y control sobre el software por parte del usuario, y la imposibilidad de adaptarlo a necesidades específicas o de colaborar en su mejora.