- ¿Para qué voy a leer? Establece el propósito de la lectura.
- ¿Qué sé de este texto? Considera los conocimientos previos del lector.
- ¿De qué trata este texto? Anticipa el tema o lo infiere a partir del título pero, ojo, todavía no se lee el texto.
- ¿Qué me dice su estructura?
Antes de sumergirse en la lectura de cualquier texto, es importante llevar a cabo algunos pasos para asegurarse de que se comprende lo que se lee. En primer lugar, es fundamental tener una motivación adecuada para la lectura. Para algunos, esto es fácil, especialmente si el tema es de interés personal. Sin embargo, si la lectura no es algo que se disfruta, se pueden hacer algunas cosas para aumentar la motivación, como establecer un objetivo específico para la lectura o tratar de encontrar algún aspecto interesante del texto.
Una vez que se ha establecido una motivación adecuada, es importante identificar el tipo de preguntas que se deben hacer durante la lectura. Las preguntas literales son aquellas que se refieren directamente al texto, mientras que las preguntas inferenciales requieren que el lector haga conexiones y deducciones basadas en lo que se lee. Algunas preguntas comunes que se pueden hacer durante la lectura incluyen: ¿quién es el personaje principal?, ¿cuál es el argumento principal?, ¿qué sucede en la trama? y ¿cuál es el mensaje o tema del texto?
Además de estas preguntas básicas, también es importante considerar preguntas conceptuales más amplias. Estas preguntas pueden ayudar a profundizar en el significado del texto y a relacionarlo con temas más amplios. Algunas preguntas conceptuales comunes incluyen: ¿cómo se relaciona el texto con los eventos actuales?, ¿qué nos enseña el texto sobre la condición humana? y ¿cómo se relaciona el texto con otras obras de literatura?
Finalmente, es importante tener en cuenta los diferentes tipos de lectura que se pueden utilizar para diferentes situaciones. La lectura exploratoria se utiliza para obtener una comprensión general de un texto, mientras que la lectura selectiva se utiliza para encontrar información específica. La lectura crítica se utiliza para analizar y evaluar un texto, mientras que la lectura recreativa se utiliza para disfrutar de la lectura por placer.
En conclusión, antes de sumergirse en la lectura de cualquier texto, es importante tener una motivación adecuada, identificar el tipo de preguntas que se deben hacer durante la lectura, considerar preguntas conceptuales más amplias y tener en cuenta los diferentes tipos de lectura que se pueden utilizar para diferentes situaciones. Al seguir estos pasos, se puede mejorar la comprensión y el disfrute de cualquier texto.
Existen diferentes tipos de lectura que se pueden utilizar dependiendo del objetivo que se quiera lograr. Algunos de los tipos de lectura más comunes son:
1. Lectura rápida
2. Lectura exploratoria
3. Lectura selectiva
4. Lectura crítica
5. Lectura detallada
6. Lectura de estudio
7. Lectura activa
8. Lectura reflexiva
9. Lectura analítica
10. Lectura sintética
11. Lectura diagnóstica
12. Lectura de comprensión
13. Lectura de entretenimiento
14. Lectura recreativa
15. Lectura compartida
16. Lectura en voz alta
17. Lectura en solitario
18. Lectura en grupo
19. Lectura de investigación
20. Lectura de divulgación.
La lectura de libros y el relato de historias favorecen el aprendizaje del lenguaje, la comprensión de conceptos abstractos, el desarrollo de la imaginación y la creatividad, así como también la empatía y la comprensión de otras culturas y realidades.
Paulo Freire habla sobre la importancia de la escritura como herramienta para la liberación y el desarrollo de la conciencia crítica en su obra «Pedagogía del Oprimido». Según Freire, la escritura es una forma de expresión y una herramienta para la reflexión y la transformación social. Además, sostiene que el acto de escribir permite a los individuos desarrollar su capacidad de análisis y de expresión, lo que les permite ser más críticos y participativos en la sociedad.