El GRUB, también conocido como GNU GRUB, es un gestor de arranque que permite seleccionar el sistema operativo que se desea utilizar al encender el ordenador. Si se tienen varios sistemas operativos instalados en el mismo equipo, el GRUB es un programa muy útil para elegir cuál de ellos se desea utilizar. En este artículo, se explicará cómo iniciar desde el GRUB, cómo instalarlo, cómo hacer que reconozca Windows y cómo acceder al modo a prueba de fallos en Linux. Además, se proporcionará información sobre cómo solucionar problemas comunes de GRUB.
El GRUB se puede instalar en la partición de arranque del disco duro, en la partición de arranque de una unidad USB o en la partición de arranque de un CD o DVD. El proceso de instalación varía dependiendo del sistema operativo que se esté utilizando. En general, la instalación del GRUB se realiza durante la instalación del sistema operativo.
En algunos casos, el GRUB no reconoce automáticamente la instalación de Windows en el equipo. Para solucionar este problema, se debe editar el archivo de configuración del GRUB. Este archivo se encuentra en la ruta /boot/grub/grub.cfg. Para editarlo, se debe abrir una terminal y escribir el siguiente comando:
Una vez que se abra el archivo, se debe buscar la sección que contiene la información del sistema operativo de Windows. Esta sección debe tener el siguiente formato:
menuentry ‘Windows’ {
insmod ntfs
set root='(hd0,1)’
chainloader +1
}
Si esta sección no está presente, se debe agregar al final del archivo. Si ya está presente, se debe verificar que la ruta del disco duro donde se encuentra Windows sea la correcta. En el ejemplo anterior, Windows se encuentra en la partición 1 del primer disco duro.
Para acceder al GRUB de Linux, se debe reiniciar el equipo y presionar la tecla Esc o Shift antes de que se cargue el sistema operativo. Esto abrirá la pantalla del GRUB, donde se pueden seleccionar los diferentes sistemas operativos instalados en el equipo.
El modo a prueba de fallos es una opción que se encuentra en el GRUB y que permite iniciar el sistema operativo con una configuración mínima y sin cargar drivers o servicios que puedan estar causando problemas. Para acceder al modo a prueba de fallos, se debe reiniciar el equipo y presionar la tecla Esc o Shift antes de que se cargue el sistema operativo. Luego, se debe seleccionar la opción “Modo a prueba de fallos” en el menú del GRUB.
Si se presenta algún problema con el GRUB, como por ejemplo, si no aparece la pantalla de selección de sistemas operativos, se puede intentar reinstalar el GRUB. Para hacer esto, se debe iniciar el equipo desde un CD o DVD de instalación de Linux y seleccionar la opción “Reparar el sistema”. Luego, se debe seguir las instrucciones para reinstalar el GRUB.
En resumen, el GRUB es una herramienta muy útil para seleccionar el sistema operativo que se desea utilizar al encender el equipo. Si se presentan problemas con el GRUB, se puede intentar reinstalarlo o editar el archivo de configuración para solucionar el problema. Además, el GRUB también permite acceder al modo a prueba de fallos en Linux, lo que puede ser útil para solucionar problemas de configuración o de drivers.
Para solucionar problemas con el GRUB rescue, primero debes reiniciar tu computadora y arrancar desde un disco de instalación de Ubuntu o desde un USB booteable. Luego, selecciona la opción «Try Ubuntu» en lugar de «Install Ubuntu». Una vez en el escritorio de Ubuntu, abre una terminal y ejecuta los siguientes comandos: «sudo add-apt-repository ppa:yannubuntu/boot-repair», «sudo apt-get update» y «sudo apt-get install -y boot-repair». Después de la instalación, busca y abre la aplicación «Boot Repair», selecciona la opción «Recommended repair» y sigue las instrucciones que se te presenten. Esto debería solucionar la mayoría de los problemas relacionados con el GRUB.
GRUB se debe instalar en el disco de arranque de Debian, generalmente en el disco duro principal (/dev/sda) si no se especifica otro disco durante la instalación.