En primer lugar, introduce el CD o DVD que quieras pasar a ISO en tu ordenador. Luego ejecuta la aplicación BurnAware Free, y en su menú principal pulsa sobre la opción Copiar en ISO, que es la que te permite hacer una copia de seguridad del CD o DVD en este formato.
Crear una imagen de un CD es una tarea que puede resultar útil en diversas situaciones, como por ejemplo cuando se desea hacer una copia de seguridad de un disco, compartir un programa o juego con alguien que no tiene el disco original o simplemente para guardar una copia virtual del disco. En este artículo explicaremos cómo crear una imagen de un CD y responderemos otras preguntas relacionadas con el almacenamiento en el ordenador.
Para saber el modelo de tu PC, puedes buscarlo en la documentación que venía con el equipo, buscar en la página web del fabricante o seguir estos pasos: en Windows, haz clic con el botón derecho del ratón en el icono de «Equipo» o «Mi PC» en el escritorio o en el menú de inicio y selecciona «Propiedades». En la ventana que aparece, podrás ver el nombre del equipo y otra información importante como el procesador, la memoria RAM y el sistema operativo.
La elección entre 256 GB y 1 TB (terabyte) dependerá del uso que le vayas a dar al disco duro. Si sólo vas a usar el ordenador para tareas básicas como navegar por internet o trabajar con documentos de texto, 256 GB deberían ser suficientes. Sin embargo, si vas a almacenar una gran cantidad de fotos, vídeos, música o programas, es mejor optar por un disco duro de 1 TB o más. Ten en cuenta que cuanto mayor sea la capacidad de almacenamiento, mayor será el precio.
El disco duro es el dispositivo de almacenamiento principal del ordenador y se suele llamar «disco duro» o «unidad de disco duro». Es en este dispositivo donde se guardan todos los archivos y programas que utilizamos en el ordenador, como el sistema operativo, las aplicaciones, las fotografías o los documentos de trabajo.
Existen varios tipos de discos duros, pero los más comunes son los discos duros internos, que se instalan dentro del ordenador, y los discos duros externos, que se conectan al ordenador mediante un cable USB. Los discos duros internos pueden ser de dos tipos: los discos duros mecánicos, que utilizan platos giratorios para almacenar los datos, y los discos duros sólidos (SSD), que utilizan memoria flash para almacenar los datos. Los discos duros externos también pueden ser mecánicos o SSD.
Un disco duro consta de varias partes, entre las que destacan: los platos, que son discos giratorios recubiertos con un material magnético en el que se almacenan los datos; los cabezales de lectura/escritura, que se mueven sobre los platos para leer o escribir los datos; el motor, que hace girar los platos; la electrónica de control, que se encarga de gestionar el acceso a los datos; y la carcasa, que protege los componentes del disco duro.
El disco duro interno funciona mediante el uso de platos magnéticos que giran a alta velocidad y cabezales de lectura/escritura que leen y escriben datos en la superficie de los platos a través de campos magnéticos. Los datos se almacenan en sectores y pistas en los platos, y el disco duro utiliza un sistema de archivos para organizar y acceder a los datos de manera eficiente.
Un disco duro interno es un dispositivo de almacenamiento de datos que se encuentra dentro de la computadora y se conecta directamente a la placa madre. Por otro lado, un disco duro externo es un dispositivo de almacenamiento portátil que se conecta a la computadora a través de un cable USB u otro tipo de conexión externa.
Algunas de las fallas más comunes de un disco duro son la pérdida de datos debido a sectores defectuosos, la corrupción del sistema de archivos, fallos en los componentes mecánicos como el cabezal de lectura/escritura, y la degradación del rendimiento con el tiempo. También pueden ocurrir errores de software y virus que afecten el funcionamiento del disco duro. Es importante realizar copias de seguridad periódicas para evitar la pérdida de datos en caso de fallo del disco duro.