- Silla. Para el buen diseño de los puestos de trabajo es imprescindible contar con muebles de oficina ergonómicos.
- La mesa de trabajo. La mesa debe ser adaptable a la silla.
- Higiene postural y cambio de postura.
- Distancia con el monitor.
- El ambiente y la atmósfera.
La ergonomía es una disciplina que se encarga de estudiar la relación entre el ser humano y su entorno laboral, con el objetivo de optimizar el bienestar y la productividad del trabajador. Para poder aplicar la ergonomía en el trabajo es necesario conocer sus principios y las recomendaciones que se derivan de ellos.
El término ergonomía fue propuesto por el autor polaco Wojciech Jastrzębowski en el año 1857. Sin embargo, fue en la década de 1950 cuando la ergonomía comenzó a ser reconocida como una disciplina científica y se empezó a aplicar en el entorno laboral.
Uno de los principales objetivos de la ergonomía es evitar lesiones y enfermedades derivadas del trabajo. Frederick Winslow Taylor, considerado como el padre del estudio científico de la administración, decía que el trabajador debía adaptarse a las condiciones del trabajo. Sin embargo, la ergonomía defiende la idea de que es el entorno laboral el que debe adaptarse a las necesidades del trabajador.
Para aplicar la ergonomía en el trabajo es necesario tener en cuenta los escenarios de salud. Estos escenarios son las situaciones en las que el trabajador puede sufrir alguna lesión o enfermedad. Por ejemplo, una mala postura o la repetición continua de un movimiento pueden causar problemas de espalda o tendinitis. Identificar estos escenarios y tomar medidas para prevenirlos es fundamental para aplicar la ergonomía en el trabajo.
El ambiente empresarial o de trabajo también es un factor importante en la aplicación de la ergonomía. Un entorno laboral saludable y seguro es esencial para el bienestar del trabajador. Esto incluye una buena iluminación, una temperatura adecuada, una buena ventilación y un mobiliario cómodo y ajustable a las necesidades del trabajador.
En resumen, la ergonomía busca mejorar la relación entre el trabajador y su entorno laboral, con el fin de mejorar su bienestar y su productividad. Para aplicar la ergonomía en el trabajo es necesario conocer los principios de esta disciplina, identificar los escenarios de salud, y crear un ambiente laboral seguro y saludable.
La ergonomía es la ciencia que estudia la adaptación del trabajo al ser humano. Algunos ejemplos de aplicación de la ergonomía en el trabajo son:
1. Diseño de sillas y mesas ajustables a diferentes alturas para evitar lesiones de espalda.
2. Uso de herramientas ergonómicas, como ratones y teclados con formas adaptadas a la mano, para prevenir lesiones por esfuerzo repetitivo.
3. Diseño de pantallas de ordenador con filtros para reducir la fatiga visual y evitar dolores de cabeza.
4. Implementación de pausas activas en la jornada laboral para prevenir problemas musculoesqueléticos.
5. Adaptación de la iluminación en el lugar de trabajo para evitar la fatiga visual y mejorar el bienestar de los trabajadores.
Fred Taylor, uno de los pioneros de la ergonomía, no tenía una orientación ideológica específica. Sin embargo, se le considera un representante del enfoque científico y técnico en la gestión empresarial, que busca mejorar la eficiencia y la productividad a través de la racionalización y la optimización de los procesos de trabajo.
Existen tres tipos de ergonomía: la ergonomía física, la ergonomía cognitiva y la ergonomía organizacional. La ergonomía física se enfoca en el diseño de herramientas, equipos y lugares de trabajo para mejorar la postura, la movilidad y la comodidad física del trabajador. La ergonomía cognitiva se centra en el diseño de sistemas y tecnologías para mejorar la interacción del trabajador con su entorno de trabajo. Finalmente, la ergonomía organizacional busca optimizar la estructura y el ambiente laboral para mejorar la eficiencia y la salud mental del trabajador.