Las start-ups son empresas recién fundadas con una idea de negocio innovadora. Los objetivos son el establecimiento exitoso en el mercado y un rápido aumento del capital de trabajo.
Una startup (del inglés "to start up" = empezar algo, poner en marcha) no es, en primer lugar, una forma de negocio, sino una manera de trabajar. En una empresa de nueva creación, los empresarios tratan de encontrar un modelo de negocio repetible y desarrollarlo hasta que pueda ofrecerse y comercializarse con éxito.
En principio, se pueden encontrar start-ups en todas las industrias imaginables, pero especialmente en el sector de las tecnologías de la información. Esto se debe principalmente al hecho de que, en el curso de la digitalización en constante avance, se demandan ideas y soluciones innovadoras, que a menudo requieren nuevos enfoques y formas de aplicación. Muchas start-ups han asumido este reto y han logrado un éxito notable en algunos casos.
¿Cuándo es una start-up realmente una start-up?
A veces puede ser un poco difícil aplicar la definición de start-up a la propia empresa. Por ejemplo, ni una peluquería recién abierta ni una zapatería cuentan como empresas de nueva creación. Esto se debe a que estas empresas no tienen modelos de negocio novedosos en su núcleo. Aunque la financiación sea de una forma típica de las start-ups, por ejemplo a través de crowdfunding (financiación enjambre o en grupo), las empresas sin una nueva idea de negocio no son start-ups.
Las start-ups de éxito como ejemplo
Para encontrar pistas que aclaren la cuestión de si la propia empresa se considera una start-up, puede ser útil echar un vistazo a algunas de las start-ups alemanas más conocidas de los últimos tiempos y a sus modelos de negocio. Entre ellas se encuentran, por ejemplo:
- el proveedor de libros electrónicos "Blinkist",
- el banco directo "N26",
- la empresa FinTech "Zeitgold",
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Cualquier persona que analice un poco las ofertas aportadas al mercado por estas empresas debería reconocer rápidamente los aspectos innovadores de los respectivos modelos de negocio. Además, suele quedar claro, a más tardar en el curso de la elaboración de un plan de negocio, si la empresa que se va a fundar es realmente una start-up. Esto es así porque temas como las subvenciones o las opciones de financiación juegan aquí tanto como la presentación exacta de la idea de negocio y el análisis de la situación actual del mercado.
Diferentes vías de financiación
Las start-ups pueden financiarse de diferentes maneras. Esto es posible no sólo a través de un préstamo bancario o de puesta en marcha clásico, sino también a través del crowdfunding y los llamados "business angels". Estos últimos son inversores que toman una participación financiera en una empresa y, al mismo tiempo, apoyan a las nuevas empresas en cuestión con conocimientos técnicos y acceso a las redes de contactos existentes. Además, los fundadores de start-ups tienen acceso a una serie de opciones de financiación, como el Préstamo para Emprendedores del KfW.
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- la empresa FinTech "Zeitgold",
- el banco directo "N26",