Una batería recargable es una fuente de energía integrada en dispositivos móviles. A diferencia de las baterías ordinarias, puede recargarse y, por tanto, es ideal para ordenadores portátiles o smartphones. Una manipulación incorrecta puede causar grandes daños a una pila recargable.
La forma abreviada de pila recargable significa "acumulador". La construcción es comparable en todos los modelos. Dos electrodos están inmersos en una solución electrolítica. Al cargar, la corriente desencadena una reacción química de los electrolitos. Esto libera energía que es almacenada por los electrodos. Cuando se va a retirar, la unidad desencadena una reacción química inversa a la de la carga. Como imagen simple para comparar: el agua se congela y se vuelve a descongelar.
Teóricamente, debería ser posible extraer de la batería tanta corriente como la suministrada. Sin embargo, la realidad es que hay pérdidas. Por regla general, se puede extraer entre el 70% y algo menos del 100%. Esto se conoce como la eficiencia de la batería.
Diferentes tipos de baterías
Los tipos de baterías se diferencian principalmente según los diferentes materiales de los que están hechos los electrodos. Hoy en día, las baterías de níquel-hidruro metálico (baterías NiMH) y las de iones de litio son las más utilizadas. Estos últimos se utilizan principalmente en ordenadores y smartphones. En el pasado, las baterías de níquel-cadmio eran comunes, pero sólo tenían una vida útil muy corta y podían quedar inutilizadas incluso si se sobrecargaban.
Los coches son un caso especial. La "batería de coche" está formada por celdas acumuladoras de plomo. Estos acumuladores también pueden sufrir grandes daños por sobrecarga. Sin embargo, los electrodos de plomo tienen una vida útil de muchos años y pueden cargarse mucho más, por lo que se utilizan en los vehículos.
Capacidad de la batería: una carga incorrecta puede causar grandes daños
La capacidad de la batería es la medida física de la cantidad exacta de corriente que puede disipar una batería completamente cargada. Esto se denomina amperios hora (Ah) o, en el caso de los dispositivos más pequeños, miliamperios hora (mAh). Para ello, la corriente de la batería se multiplica por la duración.
La capacidad de la batería se resiente si se carga incorrectamente. Los electrodos son el factor decisivo. Si, por ejemplo, se deja la batería conectada a la red eléctrica después de haberla cargado completamente, se producen reacciones químicas indeseables en los electrodos, que los destruyen a medio plazo. Las baterías de iones de litio tienen funciones de protección. Los teléfonos móviles y los ordenadores portátiles, por ejemplo, están protegidos.
La llamada carga intermedia es problemática para todas las baterías. Las baterías no se cargan por completo, sino que se les suministra energía repetidamente entre ellas. Esto desencadena continuas reacciones químicas en sentido contrario, que también causan daños. La eficiencia cae significativamente.