El roadshow como herramienta de marketing se desarrolló para buscar activamente la proximidad del cliente en lugar de esperar a que éste venga. Es una especie de "exposición interna sobre ruedas".
Independientemente de lo que se presente, un roadshow se caracteriza porque el proveedor se desplaza a nivel nacional o internacional de ciudad en ciudad, de lugar en lugar, para presentar sus servicios a un público interesado. Gracias a estas actividades de promoción, se llega al grupo objetivo correspondiente de forma más directa y a menudo más eficaz que con otras medidas de marketing a través de la televisión, la prensa o Internet. Los contactos personales surgen en la contraparte, las preguntas pueden ser formuladas y respondidas de inmediato y, por último, pero no menos importante, el proveedor puede generar direcciones de compradores potenciales en el acto.
El roadshow como presentación de productos
Muchas empresas recurren al instrumento del roadshow para presentar al público sus productos y líneas de productos, generalmente nuevos, de forma muy dirigida. Este tipo de marketing uniforme permite a los clientes no sólo recibir información, sino también experimentar los productos de cerca o incluso probarlos. Los fabricantes de automóviles, por ejemplo, presentan su nueva gama de modelos e invitan a sus clientes a tomar asiento en los vehículos o a iniciar una prueba de conducción. También en el sector de las tecnologías de la información, una exposición itinerante ofrece a los clientes finales y a los distribuidores la oportunidad de conocer los productos actuales y futuros. Esto es especialmente interesante para los productos que los revendedores no suelen tener en stock. En principio, además de productos específicos, en un roadshow también se pueden presentar servicios u ofertas de servicios.
Importancia del roadshow para el mundo bursátil
El roadshow también está ganando cada vez más importancia en el mundo bursátil desde hace varios años. En la actualidad, es una práctica habitual que un emisor realice una gira por los centros financieros más importantes antes de su salida a bolsa -y, a menudo, todavía en los primeros años posteriores- para presentar sus acciones o bonos y los beneficios resultantes a los posibles inversores institucionales.