¿Qué es un procesador?

El procesador se conoce comúnmente como el "cerebro" o "corazón" de los dispositivos electrónicos. Realiza miles de millones de operaciones informáticas por segundo. Sus tareas son mucho más amplias de lo que se suele suponer.

El procesador también se llama CPU (Unidad Central de Procesamiento). Es un componente indispensable de todos los dispositivos electrónicos que tienen que proporcionar potencia de cálculo. Además de los ordenadores, una CPU puede encontrarse en los smartphones, las tabletas o las modernas cámaras digitales, por ejemplo. Los fabricantes más conocidos en el sector informático son Intel y AMD.

Las tareas de una CPU

El procesador es el primer receptor de órdenes de un dispositivo electrónico. Registra la tarea solicitada por el usuario y la remite al lugar correspondiente. Por ejemplo, la CPU, como unidad de control, lee los datos de la memoria de trabajo y reconoce las entradas y salidas de los dispositivos periféricos. Además, también se pueden establecer tareas internamente, que la CPU procesa. Como ejemplo: En un juego de ordenador, se muestran ciertos contenidos solicitados por el juego. El procesador (o la tarjeta gráfica) se encarga de la conversión automática.

La CPU tiene otras tres tareas:

  • Operaciones de cálculo: El procesador debe computar en total para realizar todas sus tareas. Cada vez que el usuario o un programa solicitan operaciones informáticas específicas, la CPU también entra en juego.

Sistema de bus: las transferencias de datos en el sistema de bus son controladas por el procesador. Reconoce los bits que llegan uno tras otro y los ensambla como información coherente para poder seguir procesándolos. Todas las transferencias de datos a través de USB, por ejemplo, se ejecutan internamente a través de la CPU.Control: el procesador comprueba si se cumplen las tareas que tiene asignadas y, en caso contrario, emite una alarma. Al hacerlo, la CPU compara los procesos en ejecución con los estándares objetivo. El usuario puede ver esto en dos casos. Por ejemplo, durante una descarga, el procesador puede mostrar el progreso de la misma. En segundo lugar, el procesador emite mensajes de error si, por ejemplo, no se ha podido implementar un comando.

Velocidad del procesador y estrangulamiento térmico

Un procesador convierte sus operaciones de cálculo en relojes, que se miden en hertzios. Las CPUs modernas alcanzan varios gigahercios (GHz) por segundo: 2,9 GHz/s, por ejemplo, serían 2.900 millones de operaciones por segundo. Sin embargo, el procesador se calienta mucho debido al fuerte flujo de corriente, así como a la oscilación natural. Esto puede provocar un estrangulamiento térmico. El procesador se apaga automáticamente a una velocidad en la que la temperatura puede bajar a un nivel no crítico. A continuación, vuelve a aumentar. Para evitarlo o al menos limitarlo, los procesadores de los ordenadores están especialmente refrigerados.


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