La propiedad se refiere a las tecnologías específicas del fabricante cuyo uso está restringido por la normativa legal o por la no disponibilidad del código fuente.
Además, también se habla de productos o tecnologías privativos si sus especificaciones son específicas del fabricante y no se basan en normas generalmente reconocidas. Esto significa que el uso del término no siempre está del todo claro. Por un lado, hay formatos de archivo o protocolos cuyo uso está restringido por la ley de patentes, aunque son estándares de facto (por ejemplo, el formato de compresión AAC). Por el contrario, los formatos libres se han desarrollado pero no se han establecido como estándares (por ejemplo, Ogg Vorbis).
Ejemplo de smartphone
La distinción entre propietario y libre puede ejemplificarse con los smartphones. Los dispositivos necesitan un sistema operativo que permita utilizar el hardware. Las tecnologías propietarias están vinculadas al fabricante. El software está especialmente adaptado al hardware utilizado y no es compatible con el hardware de otros fabricantes. Esto se aplica, en particular, a los dispositivos de Apple, que sólo pueden entregarse y utilizarse con iOS. iOS, por su parte, no puede utilizarse con dispositivos de otros fabricantes. El sistema operativo Android, por su parte, se basa en un código fuente de libre acceso que los fabricantes pueden modificar para sus diferentes smartphones.
Una separación clara no siempre es posible. Aunque Android es un sistema operativo libre, se puede utilizar de forma privativa mediante su modificación: El sistema personalizado se adapta a dispositivos móviles específicos y no es flexiblemente compatible con otro hardware. Además, el fabricante puede asegurarse los derechos de ciertas modificaciones. Ambos convierten lo que es realmente un sistema libre en uno que puede utilizarse de forma restringida. En principio, un código fuente bien puede ser divulgado y, sin embargo, estar protegido legalmente, lo que también lo convierte en propietario.
Restricciones para terceros
Con el hardware y el software propietario, los derechos y posibilidades de terceros, es decir, fabricantes, desarrolladores y usuarios, están restringidos. Estas restricciones, generalmente basadas en patentes, condiciones de licencia o la no disponibilidad del código fuente, se refieren al uso y la transferencia de las tecnologías, las personalizaciones, las extensiones y la compatibilidad. Por ejemplo, a un desarrollador de software se le pueden conceder ciertos conocimientos para desarrollar una aplicación para iOS o una aplicación para Microsoft Windows. Sin embargo, cualquier otro uso de la información o su difusión están prohibidos por la ley de licencias. En principio, es posible portar una aplicación a otro sistema. Sin embargo, es igual de fácil acordar contractualmente que el desarrollador lo ponga a disposición exclusiva de un fabricante.